El aumento de la temperatura junto con las modificaciones constantes entre lluvias, sequías o nevadas, son sólo algunos de los problemas para la producción agropecuaria de América del Sur. Esto, a la larga, hará que no sólo merme la producción de la región sino que también traerá un agotamiento del suelo ante tanta extracción de recursos, los cuales a la fecha marcan una degradación de 14% respecto de los demás continentes.
Para esto es necesario un cambio tecnológico, económico, institucional y de conducta de todos los países. En ese contexto, el organismo para la alimentación y la agricultura de las Naciones Unidas, FAO, presentó días atrás una serie de lineamientos para que cada nación aplique de forma voluntaria políticas agroambientales para enfrentar el impacto frente al cambio climático.
Se necesitan u$s1.000 billones para hacer una
transición hacia economías bajas en emisiones
Las directrices, tal como las llama el organismo mundial, sirven como una guía para que los países creen políticas que promuevan patrones de producción y consumo sostenibles y les permitan transformar sus modelos agroproductivos para garantizar la sostenibilidad de su desarrollo y cumplir el Acuerdo del Clima de París.
La transición hacia un futuro sostenible requiere actuar en complejas interacciones entre el sector público, privado y, especialmente, de la sociedad, sabiendo que el 37% de la superficie de América del Sur es utilizada para actividades agropecuarias.
Según la FAO, la región experimenta una creciente presión sobre los recursos naturales dado que sustentan la producción de alimentos y la seguridad alimentaria.
Para eso el organismo de las Naciones Unidas recomienda ciertos lineamientos como es el desarrollo rural con un enfoque territorial conservando los recursos naturales aplicando criterios ambientales.
En lo referido a las instituciones, sostiene que se deben crear mecanismos que fomenten la sinergia entre lo público, privado y la sociedad, fortaleciendo las capacidades de gestión para un mejor control y protección del medio ambiente.
Respecto de los modelos de producción frente a un esquema basado en el uso intensivo de insumos, debería irse hacia un sistema más sostenible en el tiempo.
Hay que cambiar el actual uso intensivo de insumos
por un sistema más sostenible en el tiempo
Un tema importante que marca la FAO es lo referido a las acciones sectoriales que favorezcan la reconversión del sistema agropecuario actual donde pide desvincular el crédito del uso obligatorio de paquetes tecnológicos e insumos que resulten en impactos negativos para el medio ambiente y la salud humana y animal.
Hoy las multinacionales venden un paquete que no es mas que la compra de sus semillas junto a agroquímicos, ambos, dicen, necesarios para la efectividad de la tecnología en el suelo. El organismo mundial considera por eso que se deben implementar planes para reducir gradualmente el uso de pesticidas para promover la aplicación de los principios de la agroecología.
Un trabajo elaborado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) calculó que es necesario un financiamiento de u$s1.000 billones para que se produzca una transición hacia economías bajas en emisiones y resilientes al clima al año hasta 2050.
Será entonces el turno de la región para tomar medidas correctivas que eviten una merma en la producción agroindustrial, tomando prioridades para trabajar en el ámbito privado y público incorporando a la sociedad. Dependerá entonces de la conducta de todos los países para formar un medio ambiente sin que implique desacelerar el ritmo cotidiano de la economía en su conjunto.
