En apenas poco tiempo los drones han pasado de ser tecnología exclusivamente militar a un gadget con fines comerciales y particulares, animado en parte por la reducción de precio de este tipo de dispositivos aéreos controlados por control remoto. Los hay de todo tipo, pero Bionic Bird llama poderosamente la atención por ser el primer drone en forma de pájaro que se controla desde un smartphone y es capaz de volar imitando el vuelo de un ave.
Edwin Van Ruymbeke, creador de Bionic Bird y presidente de la ingeniería francesa XTIM, justifica el uso de la tecnología inspirada en la naturaleza o biomímesis en su drone alado como un interesante ejercicio de camuflaje para dispositivos pensados principalmente para operaciones de defensa o vigilancia.
Sin embargo, el drone alado tiene ciertas limitaciones tecnológicas con respecto a sus homónimos comerciales. Controlado vía smartphone mediante una app, Bionic Bird solo tiene un alcance de 100 metros de distancia y aunque XTIM ha intentado implementar sistemas de control vía wifi, todavía no ha conseguido cubrir distancia mayores. Además, cuenta con un curioso cargador en forma de huevo que permite cargar la batería en tan solo 12 minutos cuando el pájaro biónico se posa sobre él.
Pero, más allá de su tecnología, lo que diferencia a Bionic Bird del resto de gadgets voladores no tripulados es su increíble realismo físico y su sorprendente imitación en el movimiento de las alas. Hasta el punto de que muchas aves se acercan curiosas en pleno vuelo para intentar cazarlo o simplemente jugar con él.
No obstante, sus creadores ya tienen en marcha algunas mejoras como el desarrollo de una cola más sofisticada que permita hacer loopings y planeos en pleno vuelo manteniéndose estático en el aire. Además, pretenden mejorar el control remoto del drone con el desarrollo de brazaletes inteligentes o aplicaciones para Smart watchs que controlen el dispositivo mimetizándose con el desplazamiento de la mano del usuario. Unas mejoras que incluyen una cámara integrada para que el usuario pueda controlar mejor el drone y que culminarían en un pájaro biónico con un grado de realismo nunca antes visto.
Como ya ocurre con el resto de drones, Bionic Bird debe superar primero las barreras legales que permitan su uso en el espacio aéreo de cada país. No obstante, la legislación francesa es una de las más permisivas con el uso de drones. Algo que no ocurre en otros países como el nuestro, cuyas trabas legales hacen difícil el uso comercial o particular de este tipo de gadgets voladores.
Mientras tanto, los creadores de Bionic Bird se acogen a la legislación vigente que regula el aeromodelismo, la cual permite el vuelo de este tipo de gadgets para uso particular en recintos habilitados para tal fin, sin público y alejados de zonas pobladas.
Para la producción de las primeras 1.000 unidades del primer drone en forma de pájaro con fines comerciales, se ha realizado una campaña de crowdfunding con la que se ha conseguido recaudar los 60.000 dólares –unos 48.000 euros– necesarios para tenerlos listos para la venta en navidades. En futuras rondas de financiación esperan obtener los 800.000 dólares –unos 640.000 euros– necesarios para implementar las mejoras antes mencionadas para fines profesionales y militares.