Según reseñó el portal web del diario uruguayo El Observador, ingresaron contenedores de carne uruguaya con un restante químico anti garrapata, denominado Ethión, a Estados Unidos, lo cual se derivó en un fuerte descenso del precio del ganado, al tiempo que en el mercado de granos los bajos costos que venían desde el año 2015 persistían. Por otro lado, el arranque de lluvias perpetuas, la inflación en ascenso, el dólar rompiendo la tendencia ascendente y el freno de la economía forjando peligrar el nivel de inversión de la nación se añadían como elementos que más que irresolución traían la casi certeza de un contexto grave. Como en otros escenarios críticos anteriores, los estados vecinos precipitaban hacia abajo para consentir un marco que podía recordar al de 2001/2002.
En el mismo orden, el tornado de la localidad de Dolores, la dificultad de cosechar por lluvias a lo largo del mes de abril y el aprieto por la falta de gas para desecar el grano que se encontraba a punto de dañarse, colocaron los nervios de punta hasta que en el mes de mayo se asomó el sol tras las nubes. En aquel momento, el agro contó con el clima como compañero, un contexto que se mantiene con las muy pertinentes y beneficiosas lluvias de estos días.
El mencionado portal web agrega que durante el mes de mayo descendieron las aguas, se logró sembrar el trigo y la cebada y se consiguió movilizar la soja y el arroz. Sin embargo se generaron pérdidas de rendimiento y perjuicios en la calidad del grano y las vacas lecheras consiguieron volver a las praderas. Los primeros seis meses del agro uruguayo se registró un retroceso de cinco por ciento. En el segundo semestre alcanzó a subir para que el retroceso del agro sea de “únicamente” dos por ciento en este año, según las apreciaciones oficiales.
