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Mario Indomito: "el Hotel "El Chiflón" lo hicimos con la gente de la zona"

Ruta Nacional 76 (*) [dropcap]P[/dropcap]ara conocer La Rioja, una de las posibilidades es vivir el viaje en torno a la paradigmática Ruta Nacional 76. Se extiende en el oeste de la provincia y conecta algunos de los lugares más bellos que ella tiene. El viaje propuesto comienza en...

Ruta Nacional 76 (*)

[dropcap]P[/dropcap]ara conocer La Rioja, una de las posibilidades es vivir el viaje en torno a la paradigmática Ruta Nacional 76. Se extiende en el oeste de la provincia y conecta algunos de los lugares más bellos que ella tiene.

El viaje propuesto comienza en la Capital de La Rioja si el viajero llega en avión; otras de las posibilidades es llegar en micro y así el recorrido comenzaría en Patquía, a 72 km de la Capital por la Ruta Nacional 38.

Este viaje, que comienza en la RN 38 y luego toma la RN 150 hasta empalmar con la RN 76, tiene un trayecto total de 450 km. Si bien lo recomendable es hacerlo en auto para poder disfrutar del camino en los tiempos que cada uno prefiera y necesite, también se ofrecen servicios de micros y combis que van hacia Villa Unión y Vinchina, por donde se asciende luego a Laguna Brava en pleno corazón cordillerano.

Distintos tramos se presentan asfaltados pero no es el caso de todo el recorrido; y es allí donde se encuentra el mayor atractivo de este viaje. A ambos lados se puede disfrutar la soledad y el paisaje terroso, sólo teniendo por delante más camino por recorrer.

Saliendo de la capital, 72 km al sur, el primer lugar para hospedarse es Patquía donde se puede realizar la conexión con la RN 150 que conduce al Parque Provincial El Chiflón. Desde hace unos días, el parque cuenta con un hotel a pocos metros de él lo que permite que el turista descanse allí y pueda aprovechar todo el día para hacer el recorrido. Posee 9000 hectáreas y a medida que uno se va adentrando en su camino paisajístico y colorido, encuentra a su paso distintas formaciones geológicas, cerros, quebradas y valles. Lo recomendable es permanecer al menos dos días para descubrir todo el atractivo del lugar.

Tomando la RN 76 en dirección norte se llega al Parque Nacional Talampaya, a esta altura del trayecto el viajero se encuentra a 250 km de la capital. En este tramo es muy importante que la persona que esté al volante permanezca atenta, ya que no escasean los animales que suelen entrometerse en el tranquilo camino. Si aparece un guanaco en medio del paisaje y la curiosidad del viajero lo lleva a bajarse para sacarle una foto, éste no debe asustarse si se encuentra con una manada que hasta ese momento se hallaba oculta pero que ansía ser fotografiada. No hay que desperdiciar el momento único en que todos posan para la cámara antes de que la inquietud los venza.

Una vez en el Parque existen con tres circuitos turísticos: El Murallón, Los Cajones y la Ciudad Perdida. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue testigo del transitar de dinosaurios y del hombre primitivo después. A lo largo del camino no escasean las geoformas, los jeroglíficos y la vista del cañón. El recorrido se realiza parte en auto y parte a pie. Lo ideal es tomarse dos o tres días para poder recorrerlo como se merece con la ayuda de un guía local.

Siguiendo 25 km al norte se encuentra la cabecera del Departamento Cnel. Felipe Varela que es Villa Unión. Allí podrá asentarse a descansar para luego seguir el viaje. A medida que va avanzando en el camino, se encontrará en Villa Castelli y luego en Vinchina. Es importante descansar cada vez que sea posible, además le dará la posibilidad de conocer regiones que no figuraban en su viaje inicial y escuchar anécdotas del lugar de la mano de quienes las viven cotidianamente. Parte del atractivo del viaje es darse el tiempo de conocer la historia, la amabilidad y la atención de los riojanos.

Desde Vinchina se llega a Laguna Brava, a 450 km de la capital provincial a través de la única calle que tiene el pueblo, la cual desemboca en un puente sobre el Río Bermejo, para luego seguir por un camino de tierra que conduce a la Quebrada de la Troya. Se trata de una reserva natural creada en 1980 para preservar vicuñas y guanacos, con una extensión de 5000 hectáreas. Por el efecto de los minerales del suelo se ven lomas azules, verdes, violetas y anaranjadas que dan la sensación de suavidad. El ascenso posee cuatro mil metros de altura que luego se abandonan para llegar al centro del valle donde se encuentra una laguna ovalada rodeada de picos.

A lo largo de este viaje se pueden conocer lugares majestuosos que no caben en la imaginación del viajero. Sin embargo, lo más bello del camino se encuentra en la ruta que regala un camino por delante lleno de serenidad, el cual puede ser decorado con burros o zorritos que se cruzan en el camino regalando una anécdota. En este recorrido el andar es un viaje en sí mismo.

Exclusivo: Agostina Giovanardi para #radiocampo

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