Miguel Ángel Calvete, Director Ejecutivo de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas de la República Argentina (FESACH), reconoció que si bien se van a ver “perjudicados por una ostensible baja en las ventas durante la jornada de hoy”, también "celebran la medida" porque calificó que constituye “el verdadero ejercicio de la potestad punitiva de los consumidores, que es la de no comprar”, dado que resaltó que “se trata de la única herramienta válida que tienen para protestar contra las subas permanentes e injustificadas de precios”.
Sin embargo, como contrapartida, ante el perjuicio que les generará el boicot de compra contra los supermercados promovido por la CTA autónoma y otras organizaciones de consumo, los chinos vienen cumpliendo con la iniciativa de no bajar mercadería durante toda esta semana, para visibilizar que sus comercios también son víctimas de las distorsiones de precios generadas por las distribuidoras y por los grandes productores.
En ese marco, el directivo confirmó que el boicot a mayoristas y distribuidores comenzó el lunes y se extenderá hasta mañana, viernes 8 de abril, para protestar por la fuerte suba de precios de alimentos y de artículos de primera necesidad registrada en los últimos cinco meses.
El referente del supermercadismo informó que “el lock out no incluye productos lácteos y perecederos” pero confirmó que “restringe en su totalidad la compra del resto de los artículos”.
También detalló que el reclamo "registra un alto grado de adhesión en más de dos mil comercios chinos de Capital Federal, Gran Bs As, La Plata, Mar del Plata y Rosario, así como también en almacenes y otros autoservicios de proximidad".
A su vez, el directivo agradeció "la adhesión de algunos sectores del gremio de camioneros que hoy podrían sumarse al boicot y no distribuir mercadería".
Calvete, quien es además Presidente del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM), explicó que decidieron avanzar con la propuesta porque el sector que representa "se vió, en los últimos meses, muy perjudicado por la especulación de las grandes empresas y las distribuidoras, como consecuencia de lo cual se dispararon fuertemente los precios y se produjo una caída notable en las ventas”.
Finalmente, Miguel Calvete concluyó diciendo que las grandes industrias e intermediarios tienen actualmente casi el 65 % de participación en la totalidad de las ventas del mercado y un poder de cartelización muy importante”, por lo cual reconoció que el boicot que estan llevando a cabo desde su sector “busca demostrar claramente quienes son los verdaderos formadores y distorsionadores de precios”.