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Exclusivo - Fenómenos naturales extremos, protagonistas en la región núcleo en el comienzo de año

El comportamiento de las lluvias en los últimos tres meses sobre la región núcleo de la República Argentina muestra un patrón que no deja lugar a dudas: un marcado rasgo bipolar, con un déficit de precipitaciones que se mantuvo buena parte de 2016 en el sur bonaerense y...

El comportamiento de las lluvias en los últimos tres meses sobre la región núcleo de la República Argentina muestra un patrón que no deja lugar a dudas: un marcado rasgo bipolar, con un déficit de precipitaciones que se mantuvo buena parte de 2016 en el sur bonaerense y la provincia de La Pampa pero que se intensificó hacia final de año, y excesos de lluvias focalizados especialmente sobre el norte bonaerense, este de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. La figura 1 es un buen punto de partida para tratar de entender o justificar por qué han ocurrido tantos y tan diversos fenómenos naturales extremos en esta transición de año sobre la zona central del país, los cuales han afectado de manera directa o indirecta a miles de habitantes, animales, ciudades y campos.

Los incendios forestales que afectan a La Pampa, este de Rio Negro y sur de Buenos Aires son los fenómenos más extendidos en el tiempo (Figura 2). Comenzaron antes de la Navidad, y transcurridos más de 10 días aun no hay podido ser controlados. La combinación de suelos secos, altas temperaturas en el final del año, baja humedad y vientos rafagósos han sido una combinación peligrosa para que se desate el fuego ante cualquier descuido humano o presencia de actividad eléctrica en alguna tormenta. Estimaciones extraoficiales indican que ya se han quemado más de un millón de hectáreas en la región, con gran mortandad de animales y varias rutas del país cortadas.

Al tiempo que el fuego se extendía sobre el sur bonaerense para finales de año, la situación en el norte de la provincia fue totalmente opuesta. Dentro de un diciembre que transcurría con pocas precipitaciones en esa región, los días 25 y 26 dejaron lluvias y tormentas excepcionales por la cantidad de agua caída, con valores que en pocas horas han superado los 300 milímetros. Cientos de evacuados, daños de cultivos, anegamientos de pequeñas localidades y cortes de rutas, entre ellas la ruta nacional 8, fueron algunas de las graves consecuencias que se presentaron en el final de año debido a las excesivas lluvias. El epicentro de las afectaciones fue Pergamino y Arrecifes, si bien varias localidades del norte bonaerense y sur santafecino se vieron expuestas a las consecuencias de esta situación (Figura 3).

Comenzando el 2017 los incendios forestales permanecen y las aguas comienzan a bajar lentamente en territorio bonaerense, pero en estos primeros días otros fenómenos extremos de menor escala se han sumado a esta larga lista de sucesos naturales que caracterizan esta transición de año. El calor y la humedad presente en la zona central del país desde los últimos días del 2016 ha sido un factor fundamental en el desarrollo de tormentas puntualmente fuertes o severas que han dejado importantes consecuencias en distintas ciudades.

En la noche del último día del año, una severa tormenta con intensos vientos afecto a su paso la ciudad de Trenque Lauquen en el noroeste bonaerense, dejando árboles arrancados de cuajo, techos, tinglados y volteando un acoplado. Las consecuencias del evento fueron similares al paso de un tornado o una corriente intensa de aire descendente (conocidas como Downburst)) si bien no pudo ser confirmado técnicamente (Figura 4).

Para el día 3 de enero se alcanzo el pico de calor en la República Argentina, con temperaturas reales de 45°C medidas en la ciudad de La Rioja y térmicas que superaban los 50°C  en algunas provincias como Córdoba y Santa Fe.  Fue una jornada de lluvias y tormentas dispares, pero que han sido violentas en algunas ciudades importantes. Tal es el caso de la ciudad de Montevideo, capital de Uruguay, en donde cerca del mediodía se desató una violenta tormenta de corta duración con vientos que superaron los 130 km/h, dejando 17 heridos, haciendo estallar vidrieras de centros comerciales, y dañando autos y viviendas (Figura 5).

En Piedras Blancas, una localidad entrerriana ubicada al norte de Paraná a orillas del rio, una tormenta severa en el atardecer dejó una violenta granizada de enormes proporciones, con piedras de hielo del tamaño de una naranja en algunos casos. (Figura 6). En esa misma tarde, una fuerte tormenta precipitó sobre la ciudad de Rosario una gran cantidad de agua, generando múltiples anegamientos, caída de árboles y cortes de energía.

Entre el día 3 y 4 de enero, la situación ha tendido a mejorar sobre la Provincia de Buenos Aires y sur del litoral con el ingreso de aire más seco, pero el área de mal tiempo se ha desplazado al norte del país afectando seriamente regiones como el centro y norte de Santa Fe.  En Ramona, un pueblo ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Rafaela, se han registrado precipitaciones que podrían ser record, con 350 milímetros en solo 36 horas.  El 80% del casco urbano de esta localidad esta anegado y casi la mitad de las viviendas tienen agua en el interior, según el ministro de Producción de Santa Fe Luis Contigiani.

Las previsiones en el corto/mediano plazo no son alentadoras y todo indica que los extremos se seguirán acentuando. Las precipitaciones en la zona sur de la región núcleo seguirán siendo escasas según lo estimado por algunos modelos de previsión numérica (Figura 7), en tanto que las lluvias seguirán siendo abundantes en las próximas dos semanas en el centro y norte del país, con énfasis en sectores ya comprometidos como el centro y norte de Santa Fe.


Christian Garavaglia

Licenciado En Cs. de la Atmosfera (UBA), desarrolla su labor profesional como meteorólogo en el Servicio Meteorológico Nacional. Realiza además difusión de la meteorología en distintos medios de comunicación y tareas de consultoría privada, asesorando en materia meteorológica a distintas personas y empresas del país.

Twitter: @ChGaravaglia Mail: [email protected]