"A fuerza de un precio competitivo, la carne de cerdo fue ganando un lugar en la mesa de los consumidores, traducido en un incremento ininterrumpido del consumo por habitante en los últimos 15 años, llegando a la actualidad a un promedio de 12,5 kilogramos consumidos en un año por persona", lo que motivó, según la entidad bursátil, el aumento en la producción.
De esta manera, la producción llegó a las 515.00 toneladas, 30.900 toneladas por encima de 2015, mientras que el consumo se posicionó en las 530.000 toneladas, lo que significó un récord histórico.
Por su parte, las importaciones crecieron 157% en 2016 y se ubicaron en 17.000 toneladas, lo representó el mayor volumen de los últimos cuatro años, aunque en por debajo del promedio de los últimos 12 años.
"Este gran incremento en términos relativos se debe a una baja base de comparación del 2015 (las cuales se ubicaron en las 7.000 toneladas), ya que en la perspectiva histórica las importaciones continúan por debajo del promedio (26.000 toneladas), mientras que en términos de consumo interno de carnes porcinas representan tan solo un 3% del total", indicaron.
De todas maneras, según la entidad bursátil "por primera vez las exportaciones fueron levemente superiores a las importaciones, motorizadas por grupos de productores que se asociaron para embarcarse en procesos de ventas al exterior".