América Latina y el Caribe podría ser la primera región en desarrollo en erradicar completamente el hambre si todos sus gobiernos refuerzan la implementación del plan de seguridad alimentaria del bloque de la CELAC, señaló hoy el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.
Dirigiéndose a la V Cumbre de Presidentes y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en Punta Cana (República Dominicana), Graziano da Silva señaló que “el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre representa la cristalización de la voluntad política de los gobiernos de erradicar el hambre en la próxima década”.
Aprobado por la CELAC en 2015, el plan promueve políticas públicas integrales para reducir la pobreza, mejorar las condiciones del mundo rural, adaptar la agricultura al cambio climático, acabar con el desperdicio de alimentos y hacer frente al riesgo de desastres.
En su discurso, el Director General de la FAO señaló que el plan está alineado con los compromisos globales de alto nivel, como el Acuerdo de París sobre el cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La región se ha propuesto un compromiso aún más ambicioso, afirmó: erradicar el hambre para el año 2025, cinco años antes del plazo del ODS 2 relativo al Hambre Cero.
“Esta región cuenta con todas las condiciones necesarias para lograrlo, partiendo por el gran compromiso político que sostiene el Plan SAN CELAC”, explicó Graziano da Silva,
El plan ya está dando frutos a lo largo de la región: Bolivia, Chile, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela se apoyaron en él para evaluar sus políticas de seguridad alimentaria y nutricional, mientras que Perú lo utilizó de base para impulsar leyes de donación de alimentos y para minimizar las pérdidas y desperdicios alimentarios.
Enfrentar la doble carga de la malnutrición
El carácter multidimensional del Plan SAN CELAC permite no sólo enfrentar el hambre sino también la obesidad, que afecta a 140 millones de personas en la región según el nuevo informe de la FAO y OPS, el
Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional.
La malnutrición genera enormes costes económicos y sociales, ya que los sistemas de salud pública deben lidiar hoy con niveles crecientes de diabetes, hipertensión y enfermedades del corazón, además de las consecuencias derivadas de la desnutrición infantil y la subalimentación.
Según la FAO, una de las tendencias preocupantes en la región es el aumento la obesidad en las mujeres: la tasa de obesidad femenina es diez puntos porcentuales mayor que la de los hombres en más de veinte países de la región.
Para abordar este problema, Graziano da Silva destacó la
Estrategia de Género del Plan SAN CELAC, que permitirá garantizar que sus resultados alcancen por igual a hombres y mujeres, y que ya se está implementando de forma piloto en cuatro países.
Reforzar la agricultura familiar para enfrentar el cambio climático
Según el Director General de la FAO, el impacto del cambio climático tiene el potencial de revertir los logros obtenidos en la lucha contra el hambre y la pobreza extrema en la región.
“La agricultura es el sector más afectado por el cambio climático y una de sus principales víctimas son los pequeños agricultores familiares, campesinos y campesinas, muchos de los cuales luchan diariamente por sobrevivir”, señaló Graziano da Silva.
Junto a CELAC, la FAO está desarrollando un plan de acción a favor de la agricultura familiar y del desarrollo rural territorial, fomentando la intensificación sostenible de la producción, sistemas públicos de compras y abastecimiento de alimentos, servicios rurales y mayores oportunidades para los jóvenes rurales.
FAO también apoya a la CELAC en la elaboración de una Estrategia Regional de Gestión del Riesgo de Desastres para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria, que apoya la resiliencia y la adaptación de los agricultores mediante técnicas sostenibles de cultivo y gestión de recursos.
Graziano da Silva destacó que once países de la región ya se han adherido al
Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto, que pretende erradicar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, y urgió a todos los países a sumarse para cuidar la sostenibilidad y conservación de sus recursos pesqueros.
Paz, seguridad alimentaria y desarrollo sostenible
En Colombia, el Plan SAN CELAC ha apoyado la creación de una estrategia orientada a la rehabilitación de los medios de vida de las comunidades vulnerables de la zona central del país.
Según el Director General de la FAO, el proceso de paz en Colombia ilustra el vínculo indisoluble entre paz, seguridad alimentaria y desarrollo sostenible, un aspecto que también está en el corazón de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030.
“No habrá estabilidad social ni paz mientras exista hambre, pobreza y desigualdad. Tampoco podremos avanzar si seguimos explotando nuestros recursos naturales. La sostenibilidad es una precondición para el desarrollo”, dijo Graziano da Silva.