En "Entre el campo y la ciudad" conversamos con Rodrigo Lisiardi, responsable de la Estancia Don Silvano.
A mediados del Año 1900 un inmigrante de origen Italiano llamado Silvano llega de niño junto con su familia y se instala en esta región de la pampa. Con los años comienza a trabajar en un almacén de empleado y pronto llega a tener su propio almacén de ramos generales y logra comprarle estas tierras en el año 1940 a la familia Lennon, que como muchas otras familias irlandesas llegaban a la región. Ellos admiraban el estilo victoriano y se refleja en la casa de 1930, que actualmente es el Casco de la estancia.
Esta estancia que compra Don Silvano posee 380 hectáreas. Muy pronto, por la belleza del lugar y por lo sociable que era, comienza a recibir amigos, pero más adelante sus amigos comienzan a pedirle algún lugar donde poder quedarse y pasar más de un día, y es ahí donde se habilitan las 2 primeras habitaciónes, además de la suya.
De esta manera Don Silvano comenzaba con una actividad que hoy va por la 4º generación consecutiva. Sobre el final de su vida transfiere la Estancia a su yerno Santiago que construye 2 habitaciones más y un comedor para 200 personas reformando la vieja Caballeriza. Pero cuando realmente toma impulso es con Carlos, el hijo de Santiago, el cual construye 2 habitaciones más en el Casco, un salón para 350 personas y agrega otro más de 150 personas y convierte el salón de la Caballeriza en un hotel de 16 habitaciones, las cuales con las 7 del Casco suman un total de 23 cuartos, todos con baño privado calefacción y aire acondicionado. En la actualidad se sumaron 2 habitaciones más en el Casco, completando una oferta actual de 25 habitaciones con capacidad para 70 personas.