Después de ser favorecidos con las lluvias de la primavera del 2016, la naturaleza decidió comenzar a jugar a favor de las paltas. A nivel global, los factores también parecen bien alineados para que el cultivo comience a recuperar el espacio que el clima obligó a restringir la superficie hasta en cerca de la mitad de la que llegó a existir en su mejor momento.
Luego de siete años de sequía en las principales regiones productoras del país -Coquimbo y Valparaíso-, las podas a tocón, los bajos calibres y los malos rendimientos han dado paso a los brotes verdes, a frutas grandes y de mayor peso, lo que tiene expectantes a los productores para la temporada 2016/2017 que recién comienza.
Si bien en la campaña anterior se esperaba que fuera de alta producción -debido al añerismo que presentan los paltos- y el volumen total bordeó las 180 mil toneladas, lo que sin ser malo, fue menos bueno de lo esperado. Para este año, aún correspondiendo a uno de baja producción, se proyecta una cosecha de 200 mil toneladas, por las mejores condiciones climáticas y la recuperación de algunos huertos que pasaron dos o más temporadas sin producir fruta.
Y el auspicioso panorama no viene solo. También está apoyado por una demanda que sigue creciendo en los distintos mercados de destino y con precios atractivos, similares a los que se registraron en la temporada pasada, pero difíciles de estimar aún, debido a que -a diferencia de otras frutas- la cosecha se extiende por varios meses.
"Chile ha vivido un shock de oferta, producto del clima, pero la demanda mundial por paltas sigue creciendo a niveles de dos dígitos, así es que este año Chile está de vuelta en la comercialización", comenta el gerente de Exportadora Santa Cruz, Javier Fuschlocher, respecto del segundo tiempo que atraviesa hoy el sector.
Aunque los datos oficiales de Odepa dan cuenta de una superficie de 26.386 hectáreas en el país -tras un máximo de 40 mil hectáreas que se alcanzaron entre 2007 y 2008-, en la industria creen que actualmente solo hay 20 mil en producción, al descontar los arranques y podas que se realizaron en los veranos de 2014 y 2015, en el peak de la sequía, y que no alcanzaron a ser considerados en los catastros del Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren).
Ese escenario también podría cambiar. Las lluvias del año pasado refrescaron el ánimo de los productores y algunos, aún en forma incipiente, están retomando los proyectos de plantar nuevos huertos en zonas que hasta ahora no habían sido exploradas en forma masiva por los palteros, como la costa de las regiones Metropolitana y de O'Higgins.
Precios firmes
A diferencia de lo que ocurría normalmente con la producción nacional, donde la mitad se iba a la exportación y la otra parte al consumo interno, en la última temporada la balanza se inclinó a los envíos internacionales. En el Comité de Paltas indican que se exportó el 60% y el 40% restante quedó en Chile, debido a que los precios son más atractivos en otros países, algo que se repetiría este año.
"La demanda del mercado interno en general, no solo para las paltas, no es la misma de hace dos años. Estamos en una economía con mayor presión, con más desempleo, y la palta es un producto que, si bien tiene un alto nivel de consumo, cuando el precio promedio es tan alto la gente tiende a no privilegiarlo", explica Javier Fuschlocher, quien expondrá este jueves en el Día de la Palta, que realizará n los socios del Comité de Paltas en Quillota.
El otro elemento que juega a favor de los precios es que el consumo de paltas sigue aumentando con fuerza en los distintos mercados a los que exporta Chile, debido al interés por consumir alimentos saludables y al mayor conocimiento de esta fruta.
"Finalmente, lo que ocurre es que todos los mercados están expandiéndose y que Chile tiene un volumen similar al del año pasado. Eso, claramente, debiera tener un efecto en los precios", añade el gerente de Exportadora Santa Cruz, y proyecta que los precios serán a lo menos similares a los de la temporada pasada, que ya fueron altos para los productores.
Juan Enrique Lazo, gerente del Comité de Palta Hass, cree que, como la producción será levemente más alta que en la campaña anterior, también podría hacer que aumente el consumo nacional. Por lo mismo en el Comité están proyectando reforzar la campaña de consumo de paltas dentro de Chile, para no descuidarlo.
Mercados más atractivos
Si bien Europa es el principal destino, con un récord cercano a las 80 mil toneladas enviadas en la última temporada, la apertura del mercado chino el año pasado volcó los ojos de la industria a Asia. Precisamente este año se promoverá por primera vez la palta chilena en el gigante asiático, en donde, aunque recién se está conociendo, la fruta causa curiosidad y atrae el interés de cada vez más consumidores.
"No sabemos cuánto vamos a mandar a China, pero es poco lo que va a influir en las exportaciones. El año pasado mandamos cinco millones de kilos y puede que este año mandemos 10 millones", proyecta Juan Enrique Lazo.
Y, aunque es un país que en los últimos dos años ha ido duplicando su consumo de paltas, todavía representa un volumen muy poco significativo y está acotado a nichos específicos, lo que deben considerar los exportadores a la hora de planificar sus programas de envíos.
"Yo creo que hay que atender al mercado chino con prudencia, porque para ellos la palta es un producto exótico. Si me preguntas si voy a mandar el doble de contenedores que la temporada pasada, digo que, probablemente, no. Hay que manejarlo con la rienda corta", advierte Javier Fuschlocher.
Otro de los destinos relevantes es Argentina, aunque puede pasar más desapercibido por a su cercanía.
Es un mercado que el año pasado consumió 11.600 toneladas de paltas chilenas y que tiene el potencial para seguir creciendo en los próximos años, ya que se está transformado en un producto que consumen habitualmente.
"Es un destino que queremos desarrollar más. Son 45 millones de habitantes y al lado nuestro. Incluso, hubo un momento el año pasado en que tuvieron las paltas más caras del mundo, a unos $5 mil el kilo, casi el mismo valor que en China, y siguieron comprando", cuenta Juan Enrique Lazo, y adelanta que en el gremio están planeando una estrategia de promoción especial para ese país.
Javier Fuschlocher plantea que, además, es un destino que puede verse como una expansión del mercado chileno, ya que tiene un comportamiento similar frente a los precios y la capacidad de reacción de la industria local es mucho más rápida que ante otros mercados. "Su economía debería ir mostrando mejores signos y, con eso, la demanda se activa. Es una demanda súper interesante, que ha ido creciendo a pesar de años difíciles", asegura.
Brotes verdes
No solo las lluvias despertaron a los paltos. Las condiciones climáticas de enero y marzo, con temperaturas máximas no tan extremas, ayudaron a que los árboles tuvieran menos estrés. Con eso, este año sería uno de paltas más grandes y más pesadas, lo que aumentaría el volumen general por sobre el año pasado.
"El llenado de fruto se desarrolló con un verano y otoño mucho más suave que lo habitual. Tuvimos lluvias en primavera y la humedad relativa fue más alta; entonces, el ambiente estaba menos árido", explica el asesor Gonzalo Vargas, de GVC y compañía.
También estima que el riesgo de heladas -aunque persistirá hasta octubre- sería menor al de años anteriores, porque los suelos y el ambiente están más húmedos, lo que permite apostar por un año de buenos resultados.
"Si llegan a generarse ondas polares, no van a ser iguales que las de 2013 y 2014, que nos pillaron en seco, serían menos dañinas. Incluso, si se revisan los historiales climáticos, en algunas zonas podríamos afirmar que ya no heló", asegura, ya que estadísticamente las probabilidades de que se repita una helada durante septiembre son mucho más bajas.
Sin embargo, Juan Enrique Lazo llama a no bajar la guardia. "Con las lluvias hoy estamos más tranquilos, pero tampoco garantiza la tranquilidad a largo plazo. Creemos que vamos a pasar muy bien este año y el verano que viene, pero para más adelante tenemos que confiar en que seguirá lloviendo", advierte.
Es un aspecto que también juega un rol clave a la hora de analizar dónde podrían desarrollarse nuevos huertos de paltos, para aprovechar la creciente demanda internacional en los próximos años.
El asesor Francisco Gardiazabal, socio de Gama Consultores, cree que, si se concretara la construcción de un embalse en el río Aconcagua, existe un amplio número de hectáreas aptas para paltos en ese valle, y también advierte de buenas alternativas más al sur, en las regiones de O'Higgins y Metropolitana, aunque en esta última se debe tener en cuenta la salinidad del agua como un factor de riesgo.
"Hay mucho interés de los productores por seguir plantando y en la Sexta Región no hay problemas, hay agua y suelos disponibles, y podría ser un polo de desarrollo interesante", plantea.