La producción de peras y manzanas alcanzó el año pasado unas 1,34 millones de toneladas, lo que significó una baja del 16,92% en comparación con el año anterior, y constituyó la marca más baja de los últimos 10 años.
El aumento de costos internos y la pérdida de mercados externos, en favor de los principales competidores del país, como Chile, Brasil, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, se posicionaron como las principales causas, según el análisis que surge del informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), en base a datos de la Asociación Mundial de Manzanas y Peras.
Aunque no lo menciona el informe, la falta de competitividad de la industria en la zona del Alto Valle de Neuquén y Río Negro, y de los fruticultores, es una problemática que afrontan desde hace varios años. De hecho, según la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) en cinco años se perdieron 4000 hectáreas de superficie plantada (se estima además que hay otras 15.000 en estado de abandono), se perdieron 2 millones de jornales, las exportaciones cayeron 36%, la producción se retrajo 42%, y se estima que el sector se descapitalizó en más de u$s 787 millones.
Según esta entidad, por ahora las gestiones de la administración Macri no dieron sus frutos. Ni la eliminación del 5% en retenciones, ni los reembolsos por puerto patagónico del 7% ayudaron a mejorar la rentabilidad de la actividad. "El aumento de los costos en dólares desde 2009 fue muy fuerte, y se suma a la caída de los precios, poniendo al sector en jaque", sintetizó CAME.
El análisis de la Undav refleja que por cada kilo de manzana el productor recibe $ 4,2 cuando el precio en góndola alcanza los $ 48, lo que significa una diferencia de 11,5 veces entre lo que percibe el fruticultor y lo que paga el público. Lo mismo sucede con las peras, que por cada kilo el productor recibe $ 3,3, al tiempo que el consumidor paga $ 31,2, es decir, 9,5 veces más.
En este contexto de baja producción, también se evidencia que las importaciones de frutas, que sumaron 4032 toneladas en 2016, "resultaron 34 veces mayores a las de 2015". A contramano, la exportación de manzanas de Río Negro pasó de 83.362 toneladas en 2015 a 66.211 el año pasado, lo que significó una caída de 18,2% interanual.
Mientras que las ventas externas de peras de Mendoza pasaron de 6064 a 3234 en el mismo periodo, con una baja de 46,7%. En valores, las exportaciones de peras y manzanas sumaron u$s 371 millones el año pasado, cifra que resultó 12,09% inferior a los u$s 422 millones ingresados en 2015 por las ventas de estas frutas al exterior.
En Río Negro, Neuquén y Mendoza existen más de 6000 productores directos, 500 galpones de almacenamiento y empaque, y alrededor de 30 compañías de elaboración de jugos, mermeladas y procesados.