[dropcap]S[/dropcap]egún un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), el consumo de carne per cápita se ubicó en 55,3 kilos, el peor nivel desde el primer semestre de 2011, cuando se había registrado una demanda de 53,2 kilos por habitante.
Vale recordar que en el anterior reporte, en junio pasado, la cámara frigorífica había informado una merma del 6,3% en el consumo para los primeros cinco meses del año.
La caída en la faena y la pérdida de poder adquisitivo en medio de un contexto inflacionario siguen golpeando al consumo como viene ocurriendo en los últimos meses.
En el primer semestre, la faena total, que se ubicó en 5,69 millones de cabezas, bajó un 7% respecto del mismo mes del año pasado. Particularmente en junio pasado la faena estuvo por debajo de las 950.000 cabezas, reflejando en ese caso una merma interanual del 11,4 por ciento.
"El principal factor explicativo del bajo nivel de faena está dado por el proceso de retención de vientres, que ya lleva más de un año", indicó el informe. Tras un fuerte proceso de liquidación de stock, debido a las políticas de intervención del anterior gobierno, hoy los productores están recuperando su rodeo. Y se quedan con las hembras para producir más terneros. En esta línea, la faena de hembras, que en otras épocas estaba por encima del 47% del total hoy está en un 41,1 por ciento.
"La restricción de la oferta es cada vez más fuerte", indicó Miguel Schiariti, presidente de Ciccra
También retrocedió la producción de carne. Con un nivel de 1,28 millones de toneladas res con hueso, quedó en 85.700 toneladas menos respecto de igual período de 2015.
Ciccra manifestó en su informe su preocupación por el crecimiento de "seudocooperativas" que usan la figura de una cooperativa para obtener ventajas cuando no son tales.
De acuerdo con la entidad, estas "seudocooperativas" representan hoy el 11% de la faena en la provincia de Buenos Aires y están "distorsionando totalmente el mercado y generando evasión impositiva, evasión previsional, riesgo sanitario y reducción a casi esclavitud a los operarios que reciben ingresos inferiores a los de convenio y no gozan de vacaciones pagas, ART ni salario familiar".
La cámara del sector frigorífico reclamó que el Gobierno tenga "celeridad" para poner en marcha el anunciado regreso de la ex Oncca para controlar y fiscalizar la comercialización.