Un productor tambero que chatea desde su smartphone con una de sus vacas, le pregunta cuánto pesa, cuál fue su última vacuna, su dieta y hasta cómo se siente, es hoy una realidad, posible gracias a la combinación de la internet de las cosas, el procesamiento de grandes cantidades de datos e inteligencia artificial, según demostró una empresa argentina.
El procesamiento de grandes cantidades de datos y su combinación con inteligencia artificial son algunas de las nuevas tecnologías aplicadas al sector agropecuario que ya impactan en la productividad del sector y que prometen reconfigurar las formas de pensarlo, revolucionando incluso la relación entre los emprendedores y la naturaleza.
Microsoft organizó una presentación de experiencias productivas concretas de "Agro 4.0", donde se puede observar el “apalancamiento” de las nuevas tecnologías y su correlato en mayor y mejor productividad.
Tambero.com, la iniciativa de software gratuito más difundido en el mundo para la gestión de ganado lechero y agricultura, le permite al productor conocer el historial de un animal y su condición, en tiempo real, a través del chateo con un bot que humaniza a cada uno de los ejemplares para responder.
La impactante presentación del producto realizada en el barrio porteño de Palermo incluyó la presencia de la vaca lechera Rufina, quien portaba una especie de cencerro electrónico que recopila todos sus datos.
A través de una conexión de Skype, el usuario pedía chatear con una de las vacas, en este caso Rufina, para hacerle diversas preguntas sobre su estado y condición, algo que, según especialistas, permite mejorar los rindes del animal a la hora de ordeñarlo.
[button color="" size="" type="square" target="" link=""]Eddie Rodríguez, fundador de Tambero.com, explicó que se puede iniciar un grupo en el que “chateen” los productores, los veterinarios y los inseminadores, de manera que todos puedan tener los datos disponibles para tomar decisiones sobre la salud del animal.[/button]
A partir de los datos compilados del animal, como la cantidad de pasos andados, el tiempo que pasa echado, su temperatura y su etapa de celo, el sistema de inteligencia artificial tiene la habilidad de procesarlos y responder cómo se siente el animal.
Según las experiencias de la empresa, algunos tamberos han logrado triplicar su producción gracias a los datos que arroja el sistema.
Rodríguez agregó que en el transcurso de este año se actualizará el sistema para que el diálogo sea a través de comandos de voz, que utilizarán a los asistentes personales de los smartphones, es decir, se podrá "charlar con el animal".
Durante el encuentro yambién se presentó Kilimo, una plataforma para el manejo del riego en agricultura extensiva que, utilizando información satelital, datos climáticos e información sobre el terreno, promete mejoras de rendimiento de hasta en un 30 por ciento y una mejora en la eficiencia del uso del agua de un 70.
El dato más impactante arrojado por Rodrigo Tissera, fundador de Kilimo, es que -con el actual grado de comercialización- la aplicación salva el equivalente a 14 millones de botellas de medio litro de agua por día, y que en 20 meses ahorró 4.000 millones de litros de agua.
Kilimo es una aplicación de “uso sencillo”, desarrollada por un ingeniero agrónomo y dos ingenieros en computación, todos jóvenes, que permite dosificar el riego haciéndolo más eficiente y más sustentable.
“Estamos en un debate cultural sobre el acercamiento de la tecnología. Tenemos que demostrar que se puede aplicar a cosas simples”, señaló Tissera, quien además afirma que se debe buscar la sinergia con las nuevas herramientas para conseguir empleos con valor agregado.
Finalmente, el evento repasó la experiencia de la empresa citrícola San Miguel que, iniciada en 2003, exporta el 98 por ciento de su producción y que está desarrollando herramientas que combinan el trackeo de los frutos desde el campo hasta la planta de producción, para aumentar la eficiencia en la distribución.
Según explicaron desde la empresa, la información en tiempo real permite conocer la producción de cada campo y el destino de cada cajón de frutas.