El gobierno brasileño anunció hoy el endurecimiento de varias normas de control de la industria cárnica local, después del reciente escándalo sobre la adulteración a gran escala de productos, conocido como el caso de la "carne mala".
La medida fue tomada en el marco de la exigencia de la Unión Europea (UE), que pidió hoy normas mas rigurosas para la industria cárnica en Brasil, precisó hoy la Agencia DPA.
"Necesitamos un sistema de control oficial e independiente", dijo el comisario de la UE para Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, durante una visita en Brasilia.
"La decisión de introducir medidas más rigurosas por parte de la UE está en estudio", precisó Andriukaitis.
[button color="" size="" type="round" target="" link=""]El Gobierno anunció normas más estrictas como la imposición de sanciones, desde "leves, moderadas, graves hasta gravísimas", donde en los casos extremos prevén el cierre de las fábricas responsables de fraudes.[/button]
Las reglas abarcan a la producción de todo tipo de carnes, bovina, porcina y de aves, así como la leche, el pescado, los huevos y miel.
El escándalo trascendido hace dos semanas en Brasil afecta desde hace días a las exportaciones de carne de Brasil en todo el mundo.
China y otros países suspendieron temporalmente la entrada de productos de carne y pollo brasileños, aunque varios han levantado o suavizado en tanto las medidas.
La Unión Europea también restringió la entrada de carne de 21 empresas investigadas.
El escándalo causó en la semana pasada un desplome promedio diario del 19% de las ventas al extranjero de Brasil, lo que significó un retroceso de u$s 62,2 millones a u$s 50,5 millones, según cifras del Ministerio de Agricultura citadas por el portal "Globo".
Brasil es el primer exportador de carne en el mundo y según las investigaciones policiales, varias empresas de la industria cárnica, entre ellas algunas de las grandes compañías frigoríficas del país, "maquillaban" carne en mal estado mezclándola con otra o usando productos químicos para ponerla a la venta en el mercado interno.
Las empresas actuaban para ello en colusión con varios controladores estatales.
