La soja en Chicago desciende por un tobogán mientras la monstruosa cosecha brasileña avanza arrojando volúmenes históricos, y el productor americano se alista a sembrar la mayor superficie con soja de su historia. Según reportó el USDA el viernes, las intenciones de los farmers asciende hoy a 36,2 millones de hectáreas, incluso a pesar que los stocks del grano continúan abultados con 47,2 Mt al 1ro de Marzo en Estados Unidos (el año pasado, como referencia, se sembraron 33,7 M ha de soja y el stock al primer trimestre era de 41,7 Mt).
Al mismo tiempo, el viraje a una política monetaria más restrictiva que ha encarado la FED incrementando la tasa de interés de referencia realza el atractivo de las colocaciones financieras al tiempo que impulsa un fortalecimiento del dólar americano en el mundo. Como resultado, los fondos especulativos se tientan con otros nichos más redituables que los commodities agrícolas.
Del lado de la demanda, el gigante asiático mira con más atención la soja del sur y no tanto la del norte. Los precios deprimidos son atractivos pero los márgenes de trituración se vienen afinando por la caída del precio de la harina y el aceite en los mercados asiáticos.
En el Mercado Físico de Rosario, la caída estacional de precios a medida que comienza a entrar el grano de la nueva cosecha se conjuga con un dólar amesetado, a contramano del mundo, hundiendo las ofertas de compra por soja disponible a $ 3.500 por tonelada, mientras el precio de referencia de la CAC toca el valor más bajo desde abril del 2016 en torno a los US$ 230/t, completando así el empalme de precios con los forward a mayo. Estos factores desaniman a corto plazo la dinámica de entregas de mercadería, con excepción de aquellos lotes de soja vieja que se necesitan volcar al mercado para hacer espacio para el almacenaje de grano nuevo.
Pasando de lleno a la nueva cosecha de soja, los valores en la posición mayo en Matba apuntaron una caída semanal de más de u$s 4 para ubicarse en u$s 236. Por su parte, el mercado físico presentó una oferta de compra de u$s 225/t; valor que no seduce a los oferentes a desprenderse de la mercadería.
Bajo el contexto planteado, el lento farmer selling del nuevo ciclo comercial ya se evidencia a las claras en el mercado. En el gráfico que sigue se muestra las compras de la industria y la exportación para los ciclos 2015/16 y 2016/17, junto con el promedio de los últimos cinco años. Mientras que para el 22 de marzo la industria lleva compradas 6 Mt de soja nueva y la exportación 4,6 Mt, totalizando 10,6 Mt; el año pasado para esta altura el sector industrial ya llevaba compradas 8,2 Mt y el exportador 5,1 Mt, totalizando 13.4 Mt. El promedio de las últimas cinco campañas, en tanto, arroja 6,7 Mt para la industria y 5,4 Mt para la exportación, por un total de 12,1 Mt, incluso a pesar que el promedio de producción se encuentra casi 5 millones de toneladas por debajo de lo que se espera cosechar en el nuevo ciclo.
Del lado comprador, los márgenes de procesamiento se han ajustado frente a la corrección que sufrieron los subproductos en este último tiempo. Hoy, el FAS teórico (o capacidad de pago) para la industria de crushing instalada en el Gran Rosario promedia los $ 3.580/t según estimaciones propias, limitando las posibilidades de la industria de salir a mejorar masivamente los ofrecimientos.
Mientras tanto, los productores argentinos están en pleno trajín de cosecha y sin quitarle la atención a la madre naturaleza que tiene la última palabra en cuestión de rindes. Las cosechadoras barren los campos recolectando buenas productividades unitarias que superan los 4.000 kg/ha en la principal zona agrícola. Sin embargo, la colecta de la oleaginosa imprime un avance del 2% a nivel nacional evidenciando un retraso significativo respecto a la última campaña. Este delay se pronunciaría ante pronósticos de focos de tormenta generalizados para los próximos 5 días.