Fines de diciembre de 2016. Allí, hace más de cuatro meses, es donde podríamos marcar el inicio de este extenso periodo en el cual las lluvias y sus consecuencias no dan tregua en distintos y variados sectores de la República Argentina. Por aquellos últimos días del año pasado, el norte bonaerense sufría las consecuencias de precipitaciones extraordinarias con epicentro en la zona de Pergamino y Arrecifes. Las noticias continuaron sucediéndose, con pueblos, ciudades o provincias que han sido afectados por las inundaciones: Ramona en Santa Fe, La Emilia en la provincia de Buenos Aires, el sur de Tucumán, Santa Rosa en La Pampa, Comodoro Rivadavia en Chubut y más recientemente la crítica situación en el límite del sur de Santa Fe con el noroeste bonaerense con el desborde de las lagunas La Picasa y Melincué.
Otro sector destacado es el norte de Corrientes y el sur de Misiones, en donde en solo estos primeros cuatro meses del año ya se ha superado o está próximo a superarse la barrera de los 1000 milímetros de precipitación cuando el promedio anual es de 1400-1600 milímetros. En mayor o menor grado, estos eventos se evidencian en la figura 1 en donde se observa las anomalías de lluvia en este comienzo de año, con excesos de 300 a 400 milímetros en sectores puntuales.
No todos los casos son comparables. El evento registrado en Comodoro Rivadavia tuvo características excepcionales (comparado a lo sucedido en la trágica inundación de la ciudad de La Plata), con una situación de algunos días con una circulación atmosférica bloqueada que dejo lluvias jamás registradas en toda la región patagónica con casi 17 veces más de agua caída en marzo con respecto a los valores normales. Pocos días después a comienzos de abril, volvió a suceder un segundo evento similar pero de intensidad menor sobre el este patagónico. Por otra parte, casos como el de la localidad de Ramona o el sur tucumano han respondido a tormentas de pocas horas e intensidad muy fuerte, en tanto que en el otro extremo de la escala temporal, los excesos hídricos y suelos saturados actuales del noroeste bonaerense y el sur de santa fe responden a procesos más largos, en donde en líneas generales está lloviendo más que lo normal desde 2015.
No existe un evento Niño actual que justifique los volúmenes de precipitación registrados en estos primeros meses del año. Distinto fue el caso del otoño del año pasado en donde las lluvias que también en aquel entonces dejaban complicaciones en varios sectores del país eran atribuibles con un alto grado de confianza a uno de los eventos Niño más importantes que se haya registrado. Ese evento finalizó en abril de 2016 y desde aquel entonces las condiciones de esta oscilación tan determinante en nuestro país se mantienen neutrales, según los principales centros mundiales de monitoreo.
De cara a lo que resta de este año, la probabilidad de mantener condiciones neutrales disminuye lentamente a expensas de aumentar levemente la chance de volver a tener un evento Niño. El panorama a futuro no es claro según las recientes conclusiones de los principales centros mundiales de pronóstico, ya que de mitad de año en adelante se vuelven muy parejas las probabilidades de mantener un evento neutral o la de pasar a tener un evento Niño (oscilando entre el 40% y el 50% cada una para los distintos trimestres).
En una mirada local y a más corto plazo, el Servicio Meteorológico Nacional ha emitido un informe sobre las condiciones esperadas en el próximo trimestre (Mayo-Junio-Julio) considerando distintas previsiones numéricas experimentales, modelos estadísticos y el análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.
De allí se desprende que en general todo el país mostrará un cierre de otoño y comienzo del invierno con temperaturas normales o más cálidas. En otras palabras, ninguna región del país muestra evidencia de que vendrán meses más fríos que lo normal. La confiabilidad más alta se da en toda la región patagónica, seguido por Cuyo, NOA y el centro-este del país.
En cuanto a las precipitaciones, se considera que el oeste de NOA y norte de Cuyo entrará en su estación seca como habitualmente sucede. La región del Litoral podría presentar lluvias normales o inferior a lo normal, en tanto que todo el resto del país presentaría lluvias normales o por encima de los valores normales, con mayor confiabilidad de tener más lluvias que lo normal sobre el centro del país y el este de la Patagonia.
FUENTES: Servicio Meteorológico Nacional argentino (SMN), Climate Prediction Center (CPC-NOAA), Internacional Research Institute for Climate and Society (IRI).
Christian Garavaglia
Licenciado En Cs. de la Atmosfera (UBA), desarrolla su labor profesional como meteorólogo en el Servicio Meteorológico Nacional. Realiza además difusión de la meteorología en distintos medios de comunicación y tareas de consultoría privada, asesorando en materia meteorológica a distintas personas y empresas del país.
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