Agosto es un mes clave en el negocio del biocombustible. Se estima que el mes próximo la Unión Europea reabra el mercado, algo que compensaría las casi seguras medidas proteccionistas que podría aplicar Estados Unidos a esas exportaciones.
"Esperamos que el 10 de agosto la Unión Europea publique el nuevo reglamento para adaptar los derechos antidumping que se aplican al biodiésel nacional desde 2013, tras el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que a fines del año pasado otorgó la razón a nuestro país", afirmó Gustavo Idígoras de la Cámara de Biocombustibles (Carbio).
El biodiésel es un combustible que se obtiene de aceites vegetales, especialmente de la soja.
"Pero en forma paralela -advirtió Idígoras en declaraciones a la agencia Télam- lo más probable es que a partir de agosto se apliquen restricciones de acceso al mercado estadounidense, como consecuencia de las investigaciones de presunto dúmping, lo cual va a reducir las chances de vender a ese país".
De acuerdo con Idígoras el dumping motorizado por el lobby de los farmers de EE.UU. apunta a las exportadoras locales Dreyfus y Vicentín.
Los farmers sostienen que compran la materia prima más barata por el efecto de las retenciones que aún se aplican a la soja. El mercado de EE.UU. es actualmente el principal destino del biocombustible por el equivalente a US$ 1.200 millones.
Pero el beneficio de la reapertura europea será relevante, ya que se aguarda una rebaja de los actuales derechos de importación, desde 25% a menos de 10%.
Se espera que las ventas a los países europeos permitan reorientar las exportaciones que se dirigen hoy a Estados Unidos, a tal punto que la Argentina fue el principal abastecedor de ese mercado en 2016 y en lo que va de este año, con volúmenes inclusive superiores.
El año pasado se colocaron 1,7 millones de toneladas de biodiesel en EE.UU. y los embarques realizados durante el primer semestre de 2017 fueron 10% superiores a los del mismo período de 2016.
Si bien no se conoce de qué magnitud tendrá el derecho provisorio que aplicará el Departamento de Comercio estadounidense (aún cuando la investigación finalizará a comienzos de 2018), ya se descuenta que el biodiesel argentino quedará fuera de competencia.
Según Idígoras, "los industriales estadounidenses del sector sintieron que las exportaciones argentinas los estaban dañando y vieron respaldadas sus demandas con la nueva administración de (Donald) Trump". La Argentina, sin embargo, demostró que no existe daño de dúmping de parte de la producción nacional.