Cada vez más personas se preocupan por su alimentación e intentan adoptar hábitos de consumo saludables, lo cual incluye en muchos casos el interés por verduras y frutas producidas de manera agroecológica, o sea sin la aplicación de productos químicos.
En Rosario y zona de influencia existen múltiples opciones de alimentos agroecológicos, en un menú que incluye tanto una oferta "estatal" a través de las ferias donde se venden los productos de la agricultura urbana y periurbana como otras más cercanas a espacios políticos o movimientos sociales (el caso del mercado que funciona en La Toma), además de emprendimientos privados que van desde formas más cooperativas y relacionadas con las comunidades (como la propuesta de suelocomun.com en Lucio V. López) hasta locales más convencionales.
Talleres, huertas, ferias, negocios, espacios públicos y privados, parques, museos y hospitales son algunos de los lugares donde ha prendido la mecha de la agroecología como alternativa a la producción industrial de alimentos y al "supermercadismo", tal vez la máxima expresión de esa cultura industrialista.
Para ayudar a identificar dónde se pueden conseguir productos agroecológicos, desde el área de soberanía alimentaria del Taller Ecologista armaron un mapa virtual (http://ecoalimentate.org.ar/mapa) para promover la producción y el consumo de alimentos sanos y locales, la comercialización directa, los grupos de consumo, las ferias agroecológicas y "todo tipo de información que fomente y colabore en la construcción de la soberanía alimentaria".
"Lo estamos actualizando para armar una nueva versión de proyección nacional y más participativa. En breve, se verán grandes modificaciones" explicó Lisandro Arelovich, de esa agrupación.
Si bien en algunos casos los precios de los productos orgánicos pueden ser más elevados que los de las verduras "industriales", esto tiene relación más que nada con las producciones certificadas destinadas a la exportación, pero no con la mercadería de producción local.
Agricultura urbana
Rosario tiene un programa de agricultura urbana con varios años de trabajo encima y una inserción territorial interesante a través de parques-huertas que ocupan unas 24 hectáreas en total, y que comercializan su producción sobre todo a través de las ferias de la economía popular (cuyas locaciones y horarios pueden consultarse en el 480-2444 interno 222 o a través del Facebook de Agricultura Urbana Rosario).
"Tenemos ferias con verduras ecológicas casi todos los días en diferentes partes de la ciudad a igual precio que en las bocas de expendio convencionales", señaló Antonio Lattuca, responsable de ese programa, quien agregó que la ciudad "es la única del país con una política pública al respecto".
En el último año, al programa urbano se le sumó un desarrollo en periurbanos llamado Cinturón Verde que sumó otras 15 hectáreas para generar una producción en transición agroecológica sin utilización de productos químicos.
Además -señaló el funcionario- en breve será inaugurado el Mercado del Patio (en el ex Patio de la Madera) donde habrá stands con un espacio exclusivo para la producción agroecológica de los productores urbanos y periurbanos.
"En el Mercado del Patio habrá verduras y otras cosas, también algunas frutas, palta, citrus, de a poco la oferta se va a ir diversificando" dijo Lattuca, quien aclaró que también se pueden visitar los parques-huertas para realizar una compra directa.
Nuevo consumidor
Volcarse hacia un consumo más responsable implica, también, cierto esfuerzo por parte del consumidor. Así lo explicó Arelovich: "El consumidor debe tener un rol más activo para adquirir estos productos y salir de la lógica del súper donde todo está en un mismo lugar".
Y agregó que existen muchas iniciativas que apuntan a romper con la cadena de comercialización: "Para salir del supermercadismo hace falta un consumidor consciente que rompa con los hábitos cotidianos, porque lo más fácil es comprar todo ya procesado en un mismo local".
"Estamos engañados por un paquete de libertad condicionada a alimentos con políticas de etiquetado y publicidad engañosa que dicen a las madres cómo alimentar a sus hijos. Se han creado falsos estándares de alimentación", dijo.