La Argentina, por su parte, quiere que Estados Unidos habilite una negociación para evitar que se cierre por completo ese mercado para el biodiésel local. También busca sortear los últimos trámites burocráticos para la demorada, y varias veces anunciada, exportación de limones a ese país.
En torno de esos puntos, entre otros, está abierta la negociación entre la Argentina y Estados Unidos por el comercio vinculado con la producción agroindustrial. Y si bien no habría definiciones inmediatas, en la agenda de ambos países estarán esos temas cuando esta semana el secretario de Comercio, Miguel Braun; el secretario de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Horacio Reyser, y el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, visiten Washington. Allí están previstos encuentros con el secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross, y el secretario de Agricultura, Sonny Perdue.
Como el vicepresidente estadounidense, Michael Pence, estará en el país la semana próxima, el gobierno argentino quiere lograr algunos avances para que en el encuentro con Pence no haya sobresaltos.
Por enfermedades presentes en su producción porcina, de las cuales la Argentina es libre, Estados Unidos no puede vender esa carne al país. Pero quiere que se abra esa posibilidad, como la tiene Brasil. El socio mayor del Mercosur es el mayor vendedor de carne porcina a la Argentina. El año pasado, de las 16.149 toneladas que importó este país, según el Senasa -un 104% más que en 2016-, 13.858 vinieron de Brasil. Estados Unidos busca competir con ese país.
“Pese a los problemas que pueden plantearse a nivel sanitario, hay una fuerte presión de Estados Unidos para que, como moneda de negociación, la Argentina se abra para su carne porcina”, contó una fuente al tanto de las negociaciones. El tema está en evaluación en el Senasa, que es el organismo que eventualmente debería hacer los análisis de riesgo. Es un tema ríspido que generaría rechazo en la producción local.
Una fuente oficial les bajó el tono a los diversos temas, al señalar que si bien “será una reunión abierta para cada tema” no habría en esta instancia definiciones de fondo. “Ellos ponen un plan de trabajo y nosotros también. Se está armando la agenda”, dijo.
En carne vacuna, la Argentina cumplió todos los pasos para volver a entrar en Estados Unidos tras 15 años de ausencia por un brote de aftosa ocultado. El país mandó un último requerimiento y sólo queda el formalismo de que Estados Unidos publique la norma que haga efectivos los embarques argentinos. “El gobierno argentino quiere que el proceso finalmente se termine para poder vender”, contó una fuente.
En el caso del biodiésel, luego de que una entidad de productores del biocombustible de ese país denunció a los productores argentinos por supuesto dumping, las autoridades locales irían a buscar algún tipo de acuerdo. Si bien no se descarta que se busque vender menos, eso sería mejor que perder un mercado que en 2016 aportó US$ 1240 millones.
Para el caso de los limones, tras la visita de Mauricio Macri a Donald Trump, en abril pasado, Estados Unidos ya dio el aval para el ingreso de esos productos. No obstante, falta un detalle: ese país debe firmar un plan de trabajo y empezar a emitir permisos de exportación para el limón argentino.
Finalmente, en semillas, si bien el Instituto Nacional de Semillas (Inase) está haciendo los controles al grano de soja con alta efectividad, Estados Unidos quiere más controles, una clara referencia por el respeto a la propiedad intelectual y que se multe a los productores en infracción. Además, pretende que esa información llegue rápido a las empresas semilleras, para que éstas puedan tomar acciones.
Los puntos en revisión
16.149
Toneladas
Es el volumen de carne porcina que importó la Argentina en 2016. De ese total, Brasil aportó más del 80% (13.858 toneladas).
1240
Millones de dólares
Es la facturación que alcanzaron las las exportaciones argentinas de biodiésel en 2016. De este total, el 90% tuvo como destino el mercado norteamericano