El gobierno de La Pampa volverá a introducir guanacos en la reserva natural del Parque Luro, el herbívero nativo más grande de la provincia, como parte de la restauración de ambientes y restitución de especies nativas, donde estos animales se habían extinguido hace aproximadamente 30 años, se informó hoy.
Con esta finalidad, comenzaron a realizarse en la reserva, ubicada a 35 kilómetros al sur de Santa Rosa, las quemas controladas de pastizales y de áreas abiertas de caldenal, con el fin de mejorar la condición general de los pastizales del área protegida, al control de arbustos y a la restitución de los regímenes de fuego en esas áreas.
El trabajo fue programado por la Subsecretaría de Ambiente y ejecutadas por la Dirección de Defensa Civil y forma parte de un plan de restauración de ambientes y de reintroducción de especies nativas, que comenzó hace cinco años con el proyecto de reintroducción de vizcachas.
El próximo paso es el ingreso de una tropa de 30 guanacos, que es el herbívoro nativo más grande con que cuenta la provincia, y está extinguido en el Parque Luro desde hace unos 30 años.
El guanaco fue una especie abundante en los pastizales de médanos característicos de la zona de caldenal, aunque en la actualidad ha desaparecido en gran parte de la provincia y las poblaciones remanentes presentan una importante disminución de individuos. La población actual más importante es la del Parque Nacional Lihue Calel.
Desde el gobierno se informó que inicialmente se piensa introducir 30 individuos, divididos en tres grupos, que serán distribuidos en las áreas de pastizal que se están restaurando para dicho propósito y se espera que los mismos ingresen durante octubre.
La intención de los proyectos de reintroducción es contar con una muestra que realmente represente al ecosistema que se quiere proteger, en este caso el bosque de caldén presente en la Reserva Provincial Parque Luro, incluyendo a sus especies nativas más emblemáticas o con mayores problemas de conservación.
El Parque Luro está ubicado a 35 kilómetros al sur de Santa Rosa y se llega por vía directa a través de la ruta nacional 35. Esta reserva está situada en el valle de Quehué, y se presenta como un paraíso de flora y fauna y es la única reserva natural en el mundo de caldén, el árbol característico de la provincia.
