El intendente de la ciudad de Córdoba, Ramón Mestre, dejó pasar el tiempo para que la ordenanza en contra del consumo de azúcar en bares y confiterías quede promulgada desde el primer minuto de hoy en forma automática. El funcionario "ya no tiene posibilidad de vetar ni total ni parcialmente el texto que salió del Concejo Deliberante", señaló el diario La Voz de esa provincia.
La norma, que retiró las azucareras y sobrecitos de las mesas de los locales gastronómicos, da otro paso para entrar en plena vigencia, gracias a que transcurrieron 10 días hábiles desde su envío del Concejo Deliberante al Ejecutivo, sin que se produzcan ni el veto ni la promulgación adelantada con un decreto por parte del intendente.
El secretario de Modernización municipal, Marcelo Cossar, explicó que sólo resta que se publique en el Boletín Oficial municipal, lo que se hará en su próxima edición. El funcionario recordó que la norma no entra en vigencia ya mismo porque prevé un período de seis meses de concientización.
"La entrada en vigor de la ordenanza es el requisito legal que esperaban el Gobierno de Tucumán y los abogados del Centro Azucarero Argentino (CAA) para iniciar acciones legales por inconstitucionalidad y conflicto de jurisdicciones", agregó el diario.
Tucumán planteará -sigue la nota- la discriminación contra el azúcar porque sólo se ataca este producto y no otros grupos de alimentos que tienen tanta o más incidencia en el sobrepeso o la obesidad. El Centro Azucarero, por su parte, intentará invalidar la ordenanza por sus artículos sobre el correcto etiquetado, cuestión que está reservada a la Nación, según argumentan.
La sanción ficta deja sin tocar una coma la ordenanza que aprobaron por unanimidad los concejales que, además de limitar la oferta de azúcar en bares, establece la obligatoriedad de la oferta de bebidas libres de azúcar en todo kiosco o cantina de expendio al público y un cupo de un 10% de helados light en cada local de ese rubro, agrega.
La decisión que adoptó el jefe municipal no ha hecho más que poner en guardia a los industriales tucumanos. "Si él (por Mestre) está decidido a promulgarla, no hay dudas que la actividad azucarera -a través del CAA- avanzará en el ámbito judicial", había dicho días atrás a LA GACETA el titular de la entidad, Fernando Nebbia.
La polémica decisión cordobesa implica "el uso responsable del azúcar" en bares y en restaurantes, por lo que el endulzante natural dejará de ser exhibido y sólo estará disponible si el cliente lo demanda. Cada local deberá colocar un cartel que indique que "el consumo excesivo de azúcar es perjudicial para la salud". Aún más, la Asociación Diabetes Argentina respaldó la ordenanza, a través de su filial en Córdoba. Según la entidad, el tratamiento de una enfermedad como la diabetes está relacionado con la educación del paciente "que, en términos de alimentación, implica no sólo restringir el consumo de azúcar sino que debe ir acompañado de otras medidas".
A su vez, el gobernador Juan Manzur, en declaraciones a nuestro diario, aseveró que "no hay criterios sanitarios, ni técnicos, que sustenten una medida de esta característica".