Las inversiones en los programas de electrificación rural permiten afianzar el desarrollo de las economías regionales en la provincia, aseguraron hoy desde el Ministerio del Agro de Misiones, que informó que unas 4.953 fincas agrícolas serán incorporadas al sistema eléctrico en su tercera etapa de implementación.
Según la cartera agraria provincial, con una “fuerte inversión” del Estado misionero y de la Unidad para el Cambio Rural (UCAR) en los programas de electrificación rural se “afianza el desarrollo de las economías regionales”.
En este mismo sentido, el coordinador ejecutivo de los Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap), Fernando Velázquez, explicó hoy que el trabajo que se realiza entre Provincia y Nación es “sumamente importante”.
“El esfuerzo del estado misionero al invertir el 20% de la contraparte que solicita todo proyecto para su ejecución, que en este caso corresponde a electrificación rural”, comentó, y agregó: “Una de las grandes deficiencias que tienen los productores de Misiones es la disponibilidad de energía, que es un factor estratégico a abordar si definimos un mayor desarrollo productivo de la provincia”.
En ese marco, el Gobierno provincial definió como prioridad “inversiones en el área de Electrificación Rural en un proyecto que comenzó en 2004 y lleva tres etapas hasta hoy”, explicó Velázquez.
Por otra parte, comentó que "a fines de 2015 se pone en marcha la licitación de la segunda etapa de la Fase III” y posteriormente “en agosto de 2016 el gobernador Hugo Passalacqua y ministro de Agro, José Luis Garay, entregaron más de 10 millones de pesos destinados al anticipo del programa de electrificación rural”.
“Actualmente el proyecto se encuentra ejecutado en un 60% y a muy buen ritmo, y con los agravantes de las lluvias de mediados de año que, complicaron bastante el tendido rural”, comentó el funcionario.
“El objetivo general de este programa es el de generar el desarrollo de las economías regionales por medio de inversiones en la infraestructura en el sector agroindustrial”, indicó, y explicó que “la importancia de la electrificación rural se encuentra en la adecuación de las condiciones del medio rural con lo urbano para mitigar la migración rural-urbana”.
Según detallaron desde el ministerio, la Fase I del proyecto implicó la instalación de 525 kilómetros de líneas de media tensión y 120 km de líneas de baja tensión; a su vez, se instalaron 800 Transformadores Rurales alcanzando 1.557 productores y sus familias.
En la Fase II del proyecto se montaron líneas de media tensión monofásica de 402 km., 11,2 km. de líneas de tensión convencional y 117 km. de líneas de baja tensión. 882 transformadores fueron instalados, y en este caso se logró un impacto en 1.683 productores y sus familias.
La Fase III, se dividió en dos etapas, siendo más grande y ambiciosa. “La Etapa I benefició a 2.870 productores afectando un total de 124.225 hectáreas y tendiendo 1.020 km de Obra. De esta manera se incorporan al servicio eléctrico 4.953 fincas agrícolas y 16 clientes mayores, de importante actividad”, detallaron desde la cartera.
En 2017 se presentaron dos proyectos de conectividad rural, en conjunto con Marandú Comunicaciones S.E y el Ministerio del Agro y la Producción.
“La aplicación de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en el funcionamiento de las cadenas de valor de bienes y manufacturas de origen agropecuario (AgroTIC) aparece como un área estratégica a promover”, concluyeron.