"La reforma tiene para la provincia un costo fiscal de $10.000 millones y para los privados es lo opuesto. La provincia está devolviendo a los particulares, esto es productores y consumidores de la provincia $10.000 millones que podrán trasuntar en más consumo, más actividad, y más competitividad", afirmó Lacunza a radio Mitre.
"Lo que nos interesa es bajar los impuestos a la producción, a la actividad que genera inversión, que genera empleo, y también se reducen todas las aduanas interiores" las cuales dijo el funcionario, todavía persisten "desde la época de la colonia".
Admitió Lacunza, por otra parte: "Entiendo que el título de la reforma se lo lleve la suba del inmobiliario. Muchos de los problemas de la Argentina son los problemas ocultos. Hay impuestos que son muy visibles, como el inmobiliario", indicó el funcionario.
En cambio, subrayó que "hay otros que son 'invisibles' como los impuestos a los Ingresos Brutos y a los Sellos, que estamos bajando y son los que van carcomiendo la competitividad y el bienestar". Específicamente, calificó al impuesto a los sellos como "un delirio", y dijo sobre el particular que se lo está disminuyendo en lo que hace a la compra-venta de propiedades, del 3,6 al 2% e igual reducción rige para los automotores. "Nos gustaría que fuera 'cero' (la tasa) pero lo estamos haciendo de a poco", afirmó.
Admitió por otra parte que también es "muy importante", la alícuota que se paga por el resumen de tarjetas de crédito, pero reveló que el gobierno tiene un cronograma a cinco años de reducción paulatina de diversos gravámenes, entre ellos el de sellos, a fin de "que los consumidores, productores, inversores, puedan tener un sendero gradual, pero persistente en el tiempo para ir a un país normal".
Subrayó que "también en materia impositiva estaba todo desquiciado: El gobierno anterior estuvo 12 años sin aumentar el valor de las propiedades, con toda la inflación kirchnerista. Nosotros todavía tenemos valuadas las propiedades al precio de hace 12 años, donde hubo una inflación del 1.500 por ciento".
Explicó que lo que hizo el gobierno provincial "fue actualizar esto, y bajar las alícuotas del inmobiliario para que el impuesto no sea tan alto".
Precisó Lacunza que "para la mitad de los bonaerenses, el aumento promedio del impuesto promedio del inmobiliario va a ser de $ 27 pesos por mes".
Lacunza calificó a la política impositiva del gobierno anterior como "populismo tributario" por la cual, "se cobraba los impuestos ocultos y no los más visibles".
"Cuando un pobre va a comprar un paquete de galletitas al kiosko para su hijo, paga ingresos brutos por el kiosquero, por la luz que paga el kioskero, por el transporte de las galletitas, por el trigo de las galletitas, por el molino que molió el trigo, por la fábrica de galletitas, es decir, paga varias veces ingresos brutos. Lo que va a poder hacer ese kioskero porque va a tener menos impuestos en toda la cadena, es poder bajar los precios, al menos por el costo impositivo, va a ser más competitivo", remarcó Lacunza.
"No es cierto que esto va a subir los precios: van a bajar los precios, al menos por costos impositivos"
Ratificó finalmente que no habrá modificaciones en los impuestos a la patente automotor, ya que eso se ajusta según el valor del vehículo, y por ende no estaba desactualizado.