Actualidad

Sin dejar a EE.UU., la industria del biodiésel busca evitar el cierre de la UE

Mientras la industria del biodiésel busca la forma de encontrar una vía alternativa para volver a exportar a los Estados Unidos, una nueva preocupación desvela al sector. La Cámara Europea de Biodiésel (EBB por sus siglas en inglés), se apresta a presentar ante la Comisión Europea un pedido...

Mientras la industria del biodiésel busca la forma de encontrar una vía alternativa para volver a exportar a los Estados Unidos, una nueva preocupación desvela al sector.

La Cámara Europea de Biodiésel (EBB por sus siglas en inglés), se apresta a presentar ante la Comisión Europea un pedido para que se apliquen aranceles al biocombustible local como lo hizo el mercado norteamericano pese a que la Organización Mundial del Comercio (OMC) le diera la derecha a la Argentina.

Fuentes del sector resaltaron que si en Europa avanza el reclamo de la industria, motorizada por parte de Francia y Alemania, significará el fin de las fábricas locales.

En esa línea "estamos muy atentos al nuevo pedido de investigación que hizo la EBB con lo cual trabajamos para llevar nuestra posición a las autoridades europeas".

En un comunicado de prensa, el director de operaciones de la EBB, Doug Whitehead, afirmó rotundamente que "la industria del biodiésel ha resultado herida en los últimos años debido a importaciones injustamente comercializadas desde Argentina e Indonesia".

En esa línea la NBB señaló que se presentó "peticiones para hacer frente a una avalancha de importaciones subsidiadas y objeto de dumping de Argentina e Indonesia que ha resultado en pérdidas de participación de mercado y precios bajos para los productores nacionales".

La industria europea pide que se tome como ejemplo la "adopción de la vía rápida" contra las exportaciones argentinas a precios razonables como lo hizo recientemente las autoridades del Departamento de Comercio de los EE.UU. (ITC, por sus siglas en inglés), en esa línea entienden que "un enfoque similar en la UE, es posible".

Más adelante remarcaron que "esta es una lucha legítima para proteger el mercado de la UE, y los 120.000 puestos de trabajo que apoya, de un mercado fuertemente subsidiado orientada a la exportación.

Estamos preparados para hacer lo que sea necesario para limitar las recurrentes importaciones argentinas de biodiésel".

Ahora todo está en manos de la autoridades de la Comisión Europea que deberá responder al respecto.

De concretarse y de tomar las mismas determinaciones de los EE.UU. donde se impusieron aranceles por arriba del 70% sólo en el caso de subsidios, será el cierre de las fábricas argentinas que terminaran por volcar su producción sólo a la exportación de aceite de soja sin agregado de valor.

Hoy tras el fallo de la OMC, la industria paga un arancel del 15% para llevar su producto a suelo europeo.

Sin embargo "la movida de la EBB es muy firme y buscamos trabajar con la Cancillería para evitar un nuevo impuesto", afirmaron desde las plantas locales.

Las fuentes adelantaron además que diseñan una estrategia para retomar el diálogo con las autoridades del ITC dado que por la vía privada es "imposible".

Sobre la posibilidad de volcar más biodiésel al mercado nacional aumentando su mezcla con gasoil "no es factible dado que el precio no es compartido por las petroleras puesto que nuestros costos son altos".