Luego de varias jornadas de estabilidad, la soja disponible logró quitarle algo de protagonismo a la soja nueva. Prácticamente no quedó diferencial entre el valor disponible (u$s 265/t) y los forwards a mayo 2018 (u$s 260-265/t). Como puede visualizarse en el siguiente gráfico, la brecha entre el precio disponible y el futuro en MATba, que había llegado a u$s 15 en octubre, hoy se redujo a 2 dólares.
Esta escalada a $ 4.600/t bajo la condición contractual desató la ventas en el recinto rosarino. Según fuentes oficiales, en la jornada del miércoles 29/11 se negociaron más de 70 mil toneladas a este último valor con entrega en las terminales del Gran Rosario.
Las compras de soja 2016/17 por parte de las fábricas acumulan 31,6 Mt (644 mil toneladas más que el año pasado a la misma fecha). En cambio, el sector exportador con 9,5 Mt muestra un descenso de 1,5 Mt respecto de lo adquirido el año pasado. En total hay 41,2 Mt de soja comprada, lo que representa el 72% de la producción y marca una caída de 903 mil t con respecto a las compras de la campaña 2015/16.
La nueva cosecha de soja tiene otro correlato. Las compras tanto de la exportación como de la industria se adelantan a 5,9 Mt de soja duplicando el promedio de lo adquirido en los últimos 5 años.
El maíz, por su parte, se contagió de la tónica alcista de la soja y llegó a negociarse a $ 2.500 /t. Las compras acumulan 29,6 Mt (78% de la producción 2016/17), mientras que la nueva campaña 2017/18 suma 4,3 Mt; 450 Mt más que el volumen promedio de los últimos 5 años adquirido a esta fecha.
La incertidumbre climática también actuó como factor alcista en el mercado local. Hasta antes del evento pluviométrico del 29/11, la soja de primera presentaba el crecimiento detenido por la escasez hídrica. En paralelo, la siembra de segunda se había paralizado por los perfiles secos. Para la soja, cuanto más se retrasa la siembra, disminuyen las chances de sumar quintales. Por lo tanto, estas lluvias fueron más que oportunas.
Para los maíces tempraneros, las lluvias significaron kilos de granos. El cereal está en camino hacia el periodo clave para la generación del rinde mientras se notaban típicos síntomas de escasez hídrica, como acartuchamiento y necrosis en las hojas. Como se puede observar en el mapa de agua en el suelo (izquierda), las reservas hídricas se pintaron de amarillo y anaranjado generando preocupaciones entre los productores.
Afortunadamente, la distribución de las lluvias del miércoles 29/11 (derecha) cubre gran parte de las zonas más necesitadas. Aunque, este evento esquivó la franja oeste del país, el fin de semana regresarían las lluvias generalizada sobre esa zona. De acuerdo con GEA, se espera que el frente dé sus primeros pasos por el suroeste de Buenos Aires, cubriendo con fuertes lluvias gran parte de La Pampa. Allí, se estaban registrando en la mañana de este jueves lluvias de 30 a 45 mm. “Habrá que ver cómo evolucionan las condiciones atmosféricas y la dinámica que tomen los vientos, pero este frente puede tener un paso muy importante sobre el norte de Santa Fe, y las provincias de Chaco y Santiago del Estero.”
Si bien las lluvias en Argentina y Brasil calmaron los ánimos alcistas en Chicago, La Niña sigue como telón de fondo. Según el NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) la ocurrencia sería del 65 a 75% para los meses de diciembre y enero poniendo en riesgo los rindes de Sudamérica. Pese a ello, la robustez de la oferta global de soja y maíz le quita vuelo a la prima climática. Esto se potencia con las nuevas proyecciones del USDA para la campaña 2018/19, que reflejan un incremento del área de siembra en EE.UU de 320 mil ha en soja y 240 mil ha en maíz, lo que puede apreciarse en la gráfica adjunta.
Estas proyecciones junto con la abultada oferta actual hundieron al contrato de maíz Dic’17 en Chicago hasta el valor más bajo del mes de noviembre (u$s 132,4 /t) el día martes. También, la competitiva exportación de Brasil es un factor que le resta protagonismo al maíz americano y dispara la venta de los fondos.
La soja en Chicago, en cambio, encuentra sustento en la demanda asiática. El USDA ajustó positivamente el nivel de importaciones por parte de China a 97 Mt para la campaña 2017/18, frente a las 93,5 Mt del ciclo previo. El precio se mueve en torno a u$s 364-365 /t, 12 dólares más que el mínimo valor de noviembre.
El mercado seguirá monitoreando de cerca el comportamiento climático en Sudamérica. Cualquier factor adverso para el desarrollo de los cultivos podría ser motivo de suba en los precios, pero las grandes existencias posiblemente le resten volatilidad al mercado climático.