La compra de la cooperativa Sancor por parte de la firma neocelandesa Fonterra podría definirse en cuatro o cinco meses a través de la creación de una tercera sociedad, donde la láctea argentina tendría una participación de entre 20% y 30% y el resto quedará en manos de la empresa extranjera.
"Hace rato que la empresa con la que negociamos es Fonterra, es la elegida y la que se ajusta al plan que diseñamos a principio de año", ratificaron en la cooperativa con sede en Sunchales, Santa Fe.
Fonterra, que también es una cooperativa, es considerada una de las empresas lácteas más importantes a nivel internacional.
"Los avances son muy firmes, va a haber noticias en las próximas semanas, pero todo el proceso puede durar varios meses", acotaron las fuentes.
En Sancor aseguran que "lo peor ya pasó" y que ahora "estamos con las cuentas ordenadas y el camino marcado es muy bueno".
Uno de los problemas que venía enfrentando la cooperativa pasaba por la falta de financiamiento, tanto para hacer frente a sus deudas como para la compra de materia prima a los productores.
A modo de ejemplo, en Sancor señalaron que en las últimas dos semanas comenzaron a recibir desde el Gobierno nacional el último tramo de un adelanto de 250 millones de pesos -sobre un total de 450 millones- a razón de 50 millones semanales para sanear sus números.
A pesar de la ayuda, en la cooperativa advirtieron que puede llegar a no ser suficiente si las negociaciones se extienden más allá de los primeros meses del año que viene.
"La negociación incluye el financiamiento puente para la realización del negocio global y atendiendo las necesidades de todos los actores involucrados", explicaron.
Con ese financiamiento puente apuntan a evitar sobresaltos durante el proceso, que además repercutan en el valor de la firma.
La nueva sociedad que se crearía entre Sancor y Fonterra incluiría a plantas que la cooperativa gestiona en la actualidad, que son las ubicadas en Sunchales y San Guillermo, en Santa Fe; en Morteros y Balnearia, en Córdoba y la última en Chivilcoy, en la provincia de Buenos Aires. A esto se sumaría todo el esquema de logística que tiene montado en la actualidad la cooperativa, que es uno de sus principales activos.
En base a este esquema, las plantas ubicadas en Moldes y Charolone saldrían a la venta. En tanto, la de Centeno, en Santa Fe, ya está bajo control de la productora de quesos frescos La Tarantela y la ubicada en Brickman podría cerrar.
Lo que resta definir son los porcentajes en los que estará integrada la nueva sociedad. La negociación al día de hoy pasa por si Sancor tendrá un 20 o un 30 por ciento, mientras el resto quedará en manos de Fonterra.
Además, en los últimos días trascendió el interés de la firma neocelandesa en recomprar la línea de frescos y yogures que Sancor le vendió a Vicentín el año pasado en 100 millones de dólares.
Desde Vicentín dijeron que no recibieron todavía ninguna oferta y que no tienen interés en vender la línea de frescos, considerada como la más rentable de la marca Sancor.
No obstante, señalaron que podrían evaluar una oferta "siempre y cuando sea buena".
Sancor inició un proceso de crisis a principios de 2016, que la llevó a perder parte de sus proveedores de leche y a no poder abastecer la demanda de algunos productos durante este año y el año pasado.
Inclusive, este año hubo cierres y tomas de plantas, lo que complicaron la producción de la cooperativa, que, según fuentes del mercado, perdió alrededor de 50 millones de dólares por estos inconvenientes.