El precio de la soja cerró el 2017 con una caída acumulada de 4,47%, al retroceder U$S 16,46 respecto a la cotización del último día hábil de 2016 en el mercado de Chicago, en un contexto donde prevaleció el importante volumen de producción de la oleaginosa registrado en Estados Unidos y Sudamérica.
Con una tendencia distinta cerró el trigo, que comenzó el año en U$S 149,92 por tonelada y cerró en US$ 156,9 por tonelada, con una ganancia de 4,65% (US$ 6,98), mientras que el maíz sólo culminó US$ 0,48 abajo al pasar de US$ 138,58 a US$ 138,1 por tonelada.
Los informes mensuales y trimestrales del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), las condiciones climáticas tanto del país del norte como en Argentina y Brasil y la producción de los mismos, fueron los motores de la variación en los precios de los granos en el mercado de Chicago.
La soja arrancó su camino en el primer día hábil de 2017 a US$ 366,16 por tonelada. Tras días de estabilidad en los precios, el 12 de enero trepó más de US$ 10 en una sola sesión y pasó de US$ 368,55 a US$ 379,19 por tonelada, como consecuencia de que el USDA, en el informe sobre oferta y demanda mundial de granos de dicho mes, proyectó un recorte de la producción estadounidense de casi 1,5 millones de toneladas y la situó en 117 millones, mientras que el mercado esperaba un aumento de 350.000 toneladas.
Tal suceso inició una carrera ascendente en el precio del poroto y en cuatro jornadas consiguió alcanzar los US$ 395 por tonelada el 18 de enero, el máximo del año.
Luego la oleaginosa emprendió un descenso que lo llevó hasta los US$ 375,8 por tonelada el 30 de enero, hasta que mediados de febrero tocó el segundo valor más alto de 2017 y se posicionó en los US$ 389,4 por tonelada.
A partir de ese momento, el movimiento fue sólo descendente y se acentuó entre el 27 de marzo y el 4 de abril, donde un mix entre la voluminosa cosecha sudamericana y proyecciones del USDA de una intención de siembra en Estados Unidos y inventarios mayores a lo previsto por los operadores de Chicago e instaló la tonelada en US$ 344,57 por tonelada.
Tras vaivenes en los precios durante abril, mayo y junio, el poroto tocó el mínimo del año el 22 de junio y se situó en los US$ 332,17 por tonelada, lo que llevó al poroto a cotizar a valores por debajo de hace 17 meses impulsado por las buenas condiciones climáticas en Estados Unidos.
A esta altura, la soja ya había perdido US$ 34 respecto a la primera cotización de 2017.
Tras tocar fondo, el poroto se recuperó y gracias a un informe del USDA que bajaba las intenciones de siembra en el país del norte y en más de 10 sesiones de la plaza bursátil se ubicó a mediados de julio en los US$ 376,72 por tonelada.
A partir de ahí el clima volvió a jugar en contra de los valores, debido a que las perspectivas favorables produjeron una mejora en las condiciones del cultivo y eso hizo que el precio se desplomara desde US$ 365,42 a US$ 342 por tonelada en sólo 10 días hasta volver a rondar entre los US$ 330 y US$ 340 en agosto.
Ya en septiembre, los precios se recuperaron y se ubicaron entre los US$ 350 y US$ 370 por tonelada en los siguientes meses para concluir 2017 en los US$ 349,7 por tonelada, después de tocar precios mínimos en casi 4 meses la jornada anterior.
El maíz comenzó el año ubicado en los US$ 138,58 por tonelada y se mantuvo entre los US$ 140 y US$ 150 por tonelada hasta finales de junio, momento en el cual los precios al acoplarse a las subas obtenidas por la soja y el trigo y alcanzó el 5 de julio el precio máximo de 2017 al posicionarse en los US$ 154,42 por tonelada.
El precio mínimo del año, que también significó menor valor en 12 meses, lo alcanzó el 30 de agosto con US$ 129,72 por tonelada.
Sin embargo y después de varios vaivenes en su valor, concluyó el año a US$ 138,1, casi en el mismo precio de comienzos de año.
La historia del trigo fue diferente, ya que arrancó el año con US$ 149,92 por tonelada y cerró a US$ 156,9 por tonelada, casi US$ 7 arriba.
Sin embargo, el precio máximo que tocó el cereal se encontró US$ 50 por encima del valor inicial al cotizar en US$ 198,18 por tonelada a principios de julio, mientras que el mínimo se ubicó en los US$ 142,29 por tonelada tras sendas sesiones a la baja.