El mercado de trigo comienza a recuperarse del revés sufrido a comienzos del mes y cierra la semana en valores similares a los máximos relativos alcanzados hacia fines de marzo, contagiado por la suba externa del cereal. El precio de referencia para la plaza Rosario de la Cámara Arbitral fue el jueves último $ 4.300/t, con una ganancia semanal de $ 300/t.
El mismo desempeño mostró la tira de futuros tanto para la campaña actual como para la nueva. Así, el futuro de trigo para descarga en Rosario que vence en julio ajustó el jueves en MATBA a US$ 218,5/t, subiendo US$ 7/t en la semana, en tanto que el futuro enero ajustó a US$ 193/t, ganando US$ 4/t respecto al jueves pasado.
Ese valor de trigo para la próxima campaña permite al productor pensar en un atractivo margen de rentabilidad, condición sine qua non para, en una campaña tan incierta desde lo climático como la actual, forzar la balanza del productor a favor de la siembra del cultivo en los meses de mayo/junio. Con el bajo nivel de napas que dejó la peor sequía en 50 años, el productor se encuentra frente a la disyuntiva de sembrar trigo y exponerse a la demanda de (escasos) recursos hídricos del cultivo durante el invierno, o no sembrar preservando reservas de agua pero resignando un ingreso en los meses de diciembre/enero, fundamental para cerrar cuentas luego de esta difícil campaña 2017/18 que financieramente lo deja muy golpeado.
A modo de ejemplo, la tremenda sequía que afectó a la provincia de Santa Fe generó importantes pérdidas de producción de soja y maíz. Los productores agropecuarios de toda la provincia han perdido en la campaña actual cerca de 3,2 millones de toneladas de soja y 1 millón de toneladas de maíz por superficie perdida (no cosechada) y menores rindes. Este perjuicio asciende a casi 1.360 millones de U$S si se valoriza la producción pérdida por los precios FOB de exportación. Esta sequía ha generado que muchos hombres de campo queden endeudados y con pérdidas relevantes en su capital de trabajo.
Como motivación adicional, las lluvias generalizadas de esta semana permitieron recuperar algo de humedad a los vapuleados suelos agrícolas, especialmente sobre el este de la zona núcleo. Esto se ve claramente en la evolución de la condición del suelo de la semana anterior a esta, con fecha de corte antes de las intensas lluvias del miércoles en la zona central. El área en condiciones muy secas ha quedado más restringida.
Las perspectivas de mercado a futuro lucen alentadoras para el mercado triguero argentino. La necesidad de grano por parte de Brasil se avizora firme, en tanto que se espera un notable aumento del consumo en algunos destinos que se reabrieron para nuestros despachos, principalmente de África Subsahariana. En lo que va del 2018, un 15% de nuestras exportaciones tuvieron como destino países de esta región.
Si bien se espera que los países de la región del Mar Negro continúen ganando market share en el mercado internacional de trigo, ello sucede principalmente a costa de las ventas de Estados Unidos y la Unión Europea. En este sentido, Argentina tiene una ventaja competitiva al disponer de trigo muy temprano en el año (meses de diciembre/enero), en tanto que países como Rusia o Ucrania cosechan su cereal entre julio y agosto que le permite penetrar con fuerza en el primer semestre del año.
Así las cosas, entre diciembre y febrero, según consta en los registros oficiales del INDEC, Argentina exportó más de 6 millones de toneladas de trigo, a las que se sumarían estimativamente otras 1,5 millones del mes de marzo. Al mismo tiempo, las declaraciones juradas de venta al exterior suman a la fecha 8,9 millones de toneladas, el mayor registro histórico para la fecha. Con ello, el saldo exportable que restaría vender a lo largo del año es de apenas 2 millones de toneladas.
Este impulso de la demanda externa luce sostenido para la próxima campaña 2018/19. Los exportadores comenzaron a anotar compras desde marzo, lo cual no ocurría desde hace 17 años. Al 04 de abril, dichas compras acumulan cerca de 400.000 toneladas.
En el frente externo, la mirada del mercado estuvo puesta en el informe mensual de estimaciones de oferta y demanda que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) publicó el martes, que aportó un tono bajista al mercado internacional. Los stocks finales proyectados para los Estados Unidos aumentaron respecto al valor de marzo en 860 mil toneladas, debido a un menor consumo animal y uso residual, y se ubicaron por encima de las expectativas de los operadores del mercado.
Los suministros de trigo a nivel global para la actual campaña aumentaron este mes en cerca de 3 millones de toneladas (Mt). Esto se debe al aumento en los stocks finales respecto a las estimaciones de marzo, que pasaron de 268,9 a 271,2, un nuevo récord. Este dato fue el que brindó la mayor sorpresa a los agentes participantes del mercado de Chicago, quienes esperaban una disminución debido a la expectativa de una mayor demanda por el cereal. Si bien el consumo mundial proyectado es mayor, principalmente por los aumentos en la Unión Europea e Indonesia que más que compensaron las reducciones en Irán, India y Estados Unidos, el aumento en la oferta mundial aún excede el consumo adicional principalmente a partir del aumento esperado de la producción que alcanzaría un nivel récord de 759,75.
En lo que respecta al comercio mundial proyectado para la campaña 17/18, prácticamente no se ven modificaciones significativas. El aumento de las exportaciones de Rusia, Kazajstán y Argentina, compensan los menores números de la Unión Europea y otros exportadores de menor participación. Las ventas externas de Rusia se elevan 1 millón de toneladas para alcanzar los 38,5 Mt, superando el volumen récord del año pasado por más de 10 millones. El país ex Unión Soviética continúa consolidándose como principal referente el comercio mundial del trigo, arrebatándoles mercados a exportadores tradicionales como la Unión Europea y Australia, y ganando competitividad en el Sudeste Asiático. Esto gracias al clima favorable que se hizo presente a lo largo del ciclo productivo y le permitió alcanzar una producción récord de 85 Mt, 12 Mt más que en la campaña anterior y casi 24 Mt más que en la 15/16.
En relación a las estimaciones del USDA para Argentina, con la revisión al alza que hizo el organismo, los despachos totales de campaña 2017/18 ascenderían a 14,5 millones de toneladas (incluyendo harina). De cumplirse, ello significará que en cuatro años el país escaló desde el décimo puesto como proveedor internacional de trigo, representando el 1% de las exportaciones mundiales, al puesto número 7, con un market share del 8%.