Tras el éxito de la Cumbre del Clima de París del año 2015, clausurada con un esperanzador acuerdo, parecía que las negociaciones encaminadas a atajar el cambio climático avanzarían a velocidad de crucero, pero nada más lejos de la realidad. Tres años después, la implementación del acuerdo sigue sin avanzar.
La primera cita preparatoria para la próxima Cumbre del Clima, que se celebrará en Katowice (Polonia) en diciembre, ha concluido esta tarde en la ciudad alemana de Bonn con una nueva decepción y el único compromiso de seguir negociando en Bangkok en septiembre. El problema es que, para que el Acuerdo de París pueda entrar en vigor en el 2020, aún debe desarrollarse su "manual de instrucciones": las reglas y procedimientos para medir y evaluar los compromisos de los estados para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Bangkok dará "algo más de espacio para concentrarse en los temas del programa de trabajo del Acuerdo de París", ha anunciado en la rueda de prensa final de Bonn la secretaria ejecutiva de la Convención Marco sobre Cambio Climático de la ONU (UNFCCC), Patricia Espinosa. La diplomática mexicana ha destacado escuetamente que en los días de negociación, que ha calificado de "productivos", las delegaciones "mostraron su disposición a participar en debates sustanciales sobre cuestiones sustanciales".
¿Y qué cuestiones deben definirse? Para que entre en vigor el tratado de París es necesario aclarar en primer lugar cómo estandarizar y verificar las diversas emisiones nacionales, definir qué grado de compromiso deben asumir los países en desarrollo y establecer de una vez por todas cuál será la aportación económica de los países industrializados, entre otras cuestiones clave.
Estos asuntos delicados deben resolverse a más tardar en la cumbre de Katowice, conocida en siglas como COP24. Sin embargo, durante los diez días de negociaciones en Bonn el trabajo fue "muy lento", como ha resumido Amjad Abdullá, representante de Aosis, la alianza de pequeños estados insulares.
Todavía no se dispone de un borrador de acuerdo para negociar en Katowice. "No hemos logrado esto, ni mucho menos (...). No hemos estado a la altura de lo que se esperaba", ha declarado a la agencia France Presse la negociadora de la UE, Elina Bardram.
Aunque Espinosa habló de un cierre "satisfactorio" de la cita de Bonn, reconoció que "queda mucho trabajo por delante en los próximos meses", al tiempo que subrayó la necesidad de "mejorar el ritmo de progreso con el fin de lograr un buen resultado" en Katowice.
Para Espinosa es fundamental hallar el "equilibrio justo" para construir un "ambicioso" conjunto de normas así como de directrices que aborden "los intereses, objetivos y preocupaciones" de los diferentes países en todo el mundo.
En tanto, el jefe negociador de la presidencia de la COP23, Luke Daunivalu, hizo un llamamiento al "compromiso absoluto y a centrarse en el trabajo que queda por delante en los próximos meses, "esencial para todas las partes para alcanzar un acuerdo en Katowice", pero sobre todo para aprovechar al máximo la cita adicional de septiembre en Bangkok.