La soja sigue con su drama. Luego de la sequía, las lluvias de los últimos quince días no sólo frenaron la cosecha, como se informó anteayer, sino que hay importantes problemas de brotado que impactan sobre la calidad y lotes con grano en pudrición.
En la Bolsa de Cereales de Buenos Aires no descartan que esto afecte la actual proyección de cosecha, de 38 millones de toneladas. Es decir, podría haber un recorte sobre esta cifra.
Juan Manuel Iglesias, ingeniero agrónomo, asesor y productor, observó este problema de pudrición ayer en lotes en Chivilcoy. Pero también lo vieron productores en Colazo y Jesús María, en Córdoba, además de en Santa Fe, Entre Ríos y otras regiones de Buenos Aires.
“Ayer fui a ver unos lotes y me encontré con ese panorama. Son campos altos y realmente me sacó las ganas de seguir recorriendo, sabiendo que todavía quedan varios días más de lluvias”, señaló. “No es lo más grave el brotado, sino la pudrición”, agregó.
En rigor, se esperan más precipitaciones para los próximos días. Hay zonas con casi 20 días donde la recolección está frenada. Desde la zona de El Día, en General Villegas, Santiago Rodríguez Ribas comentó que por las lluvias no pueden cosechar desde el 22 de abril pasado. “Van 131 mm en 17 días, con 40 mm más pronosticados hasta el viernes”, escribió en su cuenta de Twitter.
Para Esteban Copati, jefe de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, esta situación podría impactar sobre la proyección de cosecha.
“No es tanto el problema en el núcleo norte (donde está más avanzada la cosecha), pero en el núcleo sur, oeste de Buenos Aires, centro norte de Santa Fe, y otros sectores de Buenos Aires y Entre Ríos va a afectar y esto puede impactar en la producción nacional”, señaló. “El brotado baja la calidad de la proteína; es algo grave”, expresó, por su parte otro técnico consultado.