Una de las dos plantas de la avícola Cresta Roja, bajo el control de Granja Tres Arroyos (GTA), volvió a operar hoy tras casi cinco meses de inactividad, con la faena de 25.000 pollos, después del fallido rescate de la firma por parte de la empresa Proteinsa.
El regreso al trabajo en Planta 1, con 211 empleados, se produjo en medio de un fuerte operativo de seguridad por parte de Gendarmería y de algunos enfrentamientos con trabajadores y delegados gremiales de la Planta 2, por ahora cerrada.
Joaquín de Grazia, titular de GTA y ahora responsable del tercer rescate de Cresta Roja (ya hubo dos intentos en tiempos de la ex Rasic y más recientemente con Proteinsa), aseguró a Télam que su idea es "seguir faenando mañana, y la semana que viene, y dentro de cien años si se puede".
El empresario, que acordó este salvataje junto al juzgado comercial que tramita la quiebra de la ex Rasic y funcionarios del Ministerio de Producción, explicó que paulatinamente, de aquí al segundo semestre de 2019, el proyecto es poner en marcha todas las instalaciones y tomar un total de 1.800 trabajadores de los 2.100 que la empresa posee actualmente.
El plan incluye la puesta en marcha de la incubación de huevos desde la semana que viene, paralizada por la persistencia del conflicto gremial, y la rehabilitación de la cámara de frío y del sector de "rendering" (procesamiento de menudencias) en Planta 2.
En ese mismo establecimiento se prevé incorporar un primer turno de faena a partir de noviembre próximo, y en un segundo turno durante el segundo semestre de 2019, dijo.
Con esos pasos y sumando al personal de las granjas, la administración y de mantenimiento, que ya comenzaron a trabajar, se completaría la reocupación de 1.800 trabajadores, de los cuales la mitad ya recuperaron su puesto de trabajo.
Mientras tanto los trabajadores que no sean convocados cobrarán un aporte de $10.000 mensuales desde el Estado y una cifra adicional que pondrá GTA para recuperar las acciones que Proteinsa repartió entre sus trabajadores para que renuncien a la antigüedad y otros beneficios laborales, y que suman una cifra total de $200 millones.
"Los que no sean convocados a trabajar de entrada cobrarán los $10 mil más la cuota de acciones, que en cada caso es diferente; y los que entren a trabajar, cobrarán su sueldo y las cuota por acciones; la idea es que nadie se quede sin cobrar al menos algo; se pensó mucho que pasaba con toda la gente", señaló De Grazia.
Esta propuesta, presentada y avalada por el juzgado de Valeria Pérez Casado, fue aceptada también por cuatro gremios que tenían participación en los diferentes sectores de Cresta Roja, desde los rurales hasta Camioneros, pero es rechazada por la seccional Buenos Aires del Sindicato de la Alimentación, que se mantiene alineada con los delegados de Planta 2, que reclama la inmediata apertura de toda la avícola y que todos los empleados vuelvan de inmediato a sus posiciones.
Hasta el momento, según fuentes del juzgado, unos 1.700 empleados de Cresta Roja firmaron un acuerdo aceptando las condiciones del nuevo grupo operador, aunque existía un creciente malestar entre ellos porque llevan varios meses sin cobrar y todavía no se cumplió la promesa oficial de cancelar los pagos de marzo y abril.
Al respecto, De Grazia aseguró a Télam que tiene la promesa de funcionarios nacionales y de la Provincia de Buenos Aires de que esos pagos se harán efectivos la semana que viene y que hoy mismo se iba a depositar otra cuota de de mayo.