En la sede de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), más de 30 dirigentes de 19 complejos productivos participaron de la 2ª Mesa Ejecutiva de Economías Regionales del año, a fin de debatir propuestas que permitan pasar “de la reacción a la proacción”.
Al inicio del encuentro, el presidente del Consejo Directivo de CAME, Gerardo Díaz Beltrán, destacó el alto nivel de representación territorial que tiene la entidad y aseguró que los productores “agrupados somos los que dinamizamos la actividad económica del país”.
A su turno, el titular del sector de Economías Regionales, Eduardo Rodríguez, detalló las acciones que se vienen desarrollando desde el área y subrayó que hay que “trabajar para que el campo tenga la rentabilidad que siempre buscamos”. Además, hizo especial hincapié en la importancia que reviste el Censo Nacional Agropecuario (CNA) que se desarrollará entre septiembre y noviembre de este año. “La dirigencia y el país no pueden moverse sin cifras”, afirmó.
Durante la jornada de trabajo se debatieron múltiples temáticas, entre las que se destacaron la constante falta de rentabilidad, el alto costo de la energía, las dificultades para lograr la reconversión de la matriz energética, y el reclamo presentado ante el Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación para lograr el adelantamiento del Mínimo No Imponible (MNI) de 12 mil pesos para aquellas actividades primarias de las economías regionales, originalmente previsto por la Ley N°27.430 para el año 2022.
Diversos son los factores que ocasionan una merma en la rentabilidad de las producciones regionales como, por ejemplo, la depreciación de la moneda local frente a insumos dolarizados, la elevada presión fiscal y el aumento en el costo de los servicios, dentro de los cuales se destacó el incremento de las tarifas eléctricas y su asimetría entre provincias; entre otros.
En relación al costo energético, los participantes acordaron presentar una carta tanto al Ministro de Energía y Minería de la Nación como al titular de la cartera de Agroindustria, para solicitar que las facturas reflejen lo que realmente consumen las pymes agropecuarias, dado que los costos ocultos que se incluyen distorsionan el valor real de la energía y atentan fuertemente contra las economías regionales electrointensivas. Además, y a los fines de poder lograr la reconversión de su matriz energética, se demandarán programas adecuados y acceso al financiamiento a tasas razonables.
Con respecto a las contribuciones patronales y teniendo en cuenta que las economías regionales emplean alrededor del 70 por ciento de la mano de obra rural, los productores coincidieron en que la aplicación inmediata de un MNI de 12 mil pesos no solo aliviaría a los sectores productivos en crisis, sino también sería un gran incentivo para que la registración de los trabajadores deje de ser una carga y se transforme en la mejor alternativa para las pymes agropecuarias.
Por último, se delineó un calendario de trabajo a corto/mediano plazo. Además de asumir el compromiso de realizar diversos encuentros nacionales y regionales, se mantendrán reuniones con funcionarios nacionales y provinciales a los fines de obtener el respaldo necesario para lograr el adelantamiento del MNI.