Las cerealeras siguen adelante en el compromiso asumido con el Gobierno de mostrar un "gesto patriótico" vía ingreso de dólares que permita controlar la escalada del tipo de cambio. Lo prometido era liquidar entre junio y julio unos u$s4.000 millones, sin embargo al ritmo en que vienen liquidando van a superar un 50% el acuerdo, para vender cerca de u$s6.000 millones.
A razón de u$s150 millones diarios, fuentes de la industria señalaron que a la fecha las divisas del agro suman cerca de u$s4.800 millones. En junio llegaron u$s3.225 millones a las que se sumaron u$s1.600 millones que parcialmente arroja julio.
Lo que hace un total en el año de u$s13.000 millones. Todo un récord dado que en comparación con otros periodos en el mismo lapso de tiempo, el máximo visto fue de u$s11.800 millones.
Se entiende que la ayuda de la cadena agroindustrial en un contexto de sequía significó un aporte al Gobierno en medio de la devaluación y en una instancia en donde no se firmaba el préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por eso los exportadores se preguntan puertas adentro qué hubiera pasado con la moneda norteamericana sin los agrodólares del campo y algunos especulan con que rondaría los 30 pesos.
Pero se entiende que el aporte de las cerealeras fue demostrar al Gobierno que tiene un aliado y que el camino no es por el lado de la vuelta de las retenciones que un sector del Ejecutivo sigue insistiendo. El tiempo lo dirá y más aún cuando el FMI observe los números cada dos meses y si es que si se pudo reducir el déficit.
Por lo pronto en agosto no se volverá a repetir los montos actuales dependerá del ritmo de venta del productor que hoy tiene aproximadamente 14 millones de toneladas, afirmaron las fuentes sin vender. Es un tercio del total estimado en 36 millones de toneladas.
No escapa la situación de la guerra comercial entre EE.UU. y China. El gigante asiático ya activo la posibilidad de abastecerse desde otros países. Si no puede importar soja lo hará directamente comprando los subproductos como harina y aceite. Brasil y Argentina se verán beneficiados.
Si esto se efectiviza el productor podrá aprovechar la mejora en los valores.
En definitiva "la patriada" permite disimular las pérdidas por la sequía que dejaron al Gobierno sin u$s1.735 millones que representan 27 millones de toneladas entre soja y maíz que quedaron en el campo sin levantar.
Los datos fueron consignados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que señaló la reducción en la baja fiscal, se debe a una disminución en lo ingresado por derechos de exportación como resultado de menores exportaciones, y a una caída en la recaudación vía otros impuestos debido al descenso de la actividad.
Respecto de la contribución del sector al Producto Interno Bruto (PBI), este mostrará una reducción de u$s5.895 millones en relación del nivel que hubiese alcanzado si se cumplían las estimaciones iniciales. De esta manera, durante el 2018 Argentina verá disminuido su crecimiento en un 0,9% como consecuencia del déficit hídrico.