En la apertura, Tomás Palazón, director de la SRA y coordinador del Comité de Caminos Rurales de la institución, resaltó la importancia del tema citando que “la intransitabilidad es algo que padecemos todos los productores a diario, generando costos adicionales a la actividad, y también altísimos costos sociales y desarraigo”.
“Argentina tiene los mismos caminos rurales desde hace más de cuarenta años (400 mil kilómetros de caminos de tierra), y en ese mismo tiempo la población rural se ha más que duplicado, el parque automotor se quintuplicó, y la producción granaria creció tres o cinco veces, según la zona. Que la producción llegue a los puertos es por el ingenio de los productores y gracias al silo bolsa”, expresó.
“Tenemos que estar atentos al estado y las obras que deben hacerse en los caminos rurales porque el Estado no se ocupa, cuando deberíamos enfocarnos en producir que es lo que mejor sabemos hacer”, dijo Palazón, apelando a una frase bien descriptiva: “A los caminos rurales los llamamos caminos olvidados porque están fuera de la agenda pública”.
Seguidamente Hugo Rossi, subsecretario de Coordinación Política del Ministerio de Agroindustria de la Nación -dejó el saludo del ministro Luis Miguel Etchevehere- y aseguró que “el compromiso del gobierno nacional es no sacarse el lazo y acompañar a los que quieren hacer las cosas bien, brindándole las herramientas necesarias”.
“El gran desafío es que en cada pueblo las entidades se sumen a las autoridades para empezar a gestionar y planificar qué caminos se van a priorizar. Cuando los productores se involucran empieza a haber cambios”, dijo, ejemplificando con lo sucedido en el tema de seguridad rural.
El primer panel abordó el “Impacto Económico y Social de la Intransitabilidad”. La diputada nacional Alicia Fregonese apuntó que “los caminos rurales constituyen el 82% del sistema vial argentino, estimulan el arraigo y la organización de los asentamientos”, pero “no se cuenta con suficiente información de la influencia o consecuencia el fenómenos en el ámbito rural. Esa es la responsabilidad conjunta del Estado y los productores”, dijo.
Fregonese sumó a los temas del panel lo sucedido hace unos días en la jornada de las mujeres rurales en Palermo, donde se expusieron importantes testimonios y desafíos. “La nueva ruralidad nos obliga a repensar ¿quién se queda en el campo si no hay servicios e infraestructura?”, dijo.
También explicó que cuando “las escuelas rurales se agrupan pedagógicamente se supera el aislamiento”, y compartió el ejemplo de la provincia de Entre Ríos.
La diputada expuso números de alumnos en escuelas rurales: más de 144 mil en nivel inicial; 473 mil en primario; y 260 mil en secundario, donde se evidencia una falta de oferta.
Por su parte, Alejandro Galetto, de la Universidad Austral, presentó una investigación sobre los ‘Beneficios de los caminos para la actividad láctea en las provincias de Córdoba y Santa Fe”, del que es autor junto a Daniel Lema, del INTA.
A los trabajos de mejoramiento de caminos y las diversas estadísticas de costos y modalidades de construcción le pusieron número de incremento de la producción: “Se han logrado siete mil litros por tambo y por año, por cada kilómetro de cercanía”, mostraron, en un trabajo realizado en la zona cercana a Arroyito, provincia de Córdoba.
A ese dato le agregaron 198 mil litros por tambo, por año, si se está a menos o más de 15 kilómetros del camino. “Son dos metodologías distintas, no comparable, con una robustez estadística muy importante”, aclaró Galetto.
Matías Martínez, del INTA, habló de ‘Ahorro de costos por transitabilidad permanente’ y presentó un estudio en el que hay un resultado positivo de “una gestión en la que los productores forman un consorcio con una empresa constructora, dejando para el Estado únicamente el rol de articulador. Los productores hacen el aporte y luego se les deduce del Impuesto Inmobiliario u otros tributo provincial”, explicó.
“Se trata de direccionar directamente el aporte a la obra. El productor suele quejarse porque paga impuestos y no se hacen obras”, dice Martínez. Su trabajo se tomó como base para presentar un proyecto de ley en la provincia de Entre Ríos y se aprovechó el escenario para presentarlo. “Ojalá sea una herramienta para desburocratizar. En los cálculos preliminares es redituable para el productor y para el propio Estado”, aseguró.
Los consorcios camineros rurales: experiencias exitosas de trabajo conjunto
En el segundo panel de la Jornada se presentaron distintas experiencias de gestión conjunta, llevadas adelante en distintas provincias.
En primer lugar, Luis Chavat, Juan Pablo Loustau y Edgardo Actis Caporale, expusieron el caso del Ente Vial de Benito Juárez, que funciona en el sur de la provincia de Buenos Aires. Allí, en 2002 se creó una Comisión Vial asesora del Municipio en la que participan, los productores, el Estado, el Consejo Escolar, la Cámara Empresaria, los consignatarios, los camioneros, los cerealeros y CREA, para mejorar la situación de los caminos que se encontraban “destruidos”.
En el distrito, hay 1.550 km de caminos rurales de los cuales 550 son de tierra y 1.000 km están entoscados. Por esa red, se realizan 1.100 viajes al mes vinculados a la actividad agropecuaria. El financiamiento proviene de varias fuentes: un 70% de lo que ingresa al Municipio en concepto de tasa vial va una cuenta de la Comisión y a esto se suma un 75% de lo que se paga por la Ley 13.010, contó Loustau. Cabe destacar que además de pagar la tasa vial, los productores donan la tosca para mejorar los caminos.
A su turno, Antonio Picca, presidente de la Asociación de Consorcios Camineros de Córdoba, contó la experiencia que se lleva adelante con buenos frutos en esa provincia desde hace 60 años. “En Córdoba hay 289 consorcios que emplean a 800 personas. Son entidades sin fines de lucro y los integrantes trabajan ad honorem. El Consorcio se ocupa de la conservación y mejoramiento de 57.869 km de caminos rurales. Picca explicó que trabajan en conjunto con universidades, el INTA, el Colegio de ingenieros agrónomos, y otros especialistas para desarrollar una tarea eficiente.
“El agua debe quedar donde cae”, remarcó el presidente de la Asociación. Al tiempo que llamó a tomar conciencia de lo que cada productor hace tranqueras adentro y que influye en los caminos rurales. En ese sentido, instó a tener una mirada integral, trabajar en el ordenamiento territorial, con curvas de nivel, terrazas, rotación de cultivos”, entre otras cosas.
El diputado provincial Esteban Vitor fue el encargado de contar el caso de Entre Ríos donde “todavía están en cero” pero tienen un proyecto para empezar a trabajar como consorcios y lograr mejorar una red de 23.500 km de tierra. “Las gestiones de Vialidad han sido pésimas”, lamentó Vitor. Poner en condiciones la red de caminos rurales es algo fundamental para Entre Ríos ya que el 14% de su población (18.300 habitantes) y el 74% de los establecimientos educativos se encuentran en zonas rurales. “El proyecto establece que todo aquel que tenga interés puede ser parte del Consorcio, no necesariamente tiene que ser propietario”, aclaró el legislador entrerriano. Y señaló que el 80% de los aportes para su funcionamiento, serían provinciales y 20% de particulares.
A su turno, el exgobernador de Chaco, Roy Nickisch, presentó el caso de los Consorcios Camineros de esa provincia, creados por Ley en 1990, si bien la experiencia de trabajo conjunto comenzó en la década del ’60. Hoy, los 101 consorcios camineros se ocupan de mantener y mejorar los 28.000 km de vías de la Red Terciaria y emplean a 290 personas. El financiamiento de los mismos proviene en un 70% del Inmobiliario Rural y del 10% de sobretasa que todos los chaqueños pagan en el impuesto a los Ingresos Brutos.
Un problema económico y social
Las “Propuestas Técnicas y Financieras” para encarar las soluciones a los caminos rurales en nuestra Argentina fueron tema compartido por Diego Calo, del Instituto del Cemento Portland Argentino; Eduardo Jacobs, director Programas Especiales y Proyectos Especiales del MinAgro; Adolfo Sturzenegger; y Guillermo Laura, presidente de la Fundación Metas Siglo XXI, en el marco del último panel de la Jornada de Caminos Rurales.
“La problemática de los caminos rurales nos interesa especialmente”, dijo el presidente de la SRA, Daniel Pelegrina, haciendo foco en “el desafío social que infieren los caminos rurales, con muchos pueblos aislados que significan retroceso para las oportunidades de mucha gente, más aún a partir de la falta de servicio ferroviario”.
“El tema de los caminos rurales es transversal en todas las mesas de competitividad”, agregó Pelegrina.
El ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, contó lo que se está haciendo en su territorio, partiendo del dato que hay 105mil kilómetros de caminos de tierra, de los cuales 25mil son troncales. Hay un plan de trabajo que recientemente anunció la Gobernadora para arreglar la mitas de los troncales en los próximos dos años.
“El gobierno va a ayudar y vamos a empezar por los caminos lecheros, que tienen más tránsito e impactan en las escuelas rurales y en la posibilidad de llegada de ambulancias, entre otros”, señaló el ministro.
Sarquís definió la gestión como “promotora de la eficiencia y los productores serán los que definan qué proceso adoptar. Tenemos que hacer cosas importantes con los caminos rurales en la provincia, no alcanza con lo que está pasando hoy y tenemos que ver cómo lo mejoramos. Desde el ministerio y desde la provincia vamos a hacer todo para que el tema caminos rurales algún día sea sólo una anécdota”, completó.
Calo habló de la viabilidad de pavimentación de los caminos rurales de la producción. “Algo que parece utópico”, dijo y enumeró algunos casos históricos de la provincia de Buenos Aires con experiencias de una sola traza de pavimento, u otras de estabilizado y otros tipos de caminos.
“La problemática de los caminos rurales no representa un desafío significativo desde el punto de vista técnico, aunque una ingeniería básica adecuada es el elemento clave para el correcto desempeño del camino, sea natural, estabilizado o pavimentado”, aseguró.
“Un aspecto fundamental es que existe un respaldo institucional por parte del Estado y el compromiso y el compromiso de ceder parcial o totalmente aquellos tributos asociados al mantenimiento de los caminos durante el período de repago”.
Jacobs continuó con la exposición de Calo, remarcando la importancia de que los productores se dispongan a trabajar en conjunto con el Estado provincial. Trajo a colación la dificultad de hacer que los productores aporten “si la Provincia no pone algo del impuesto inmobiliario rural” y sugirió “incluir a algunas empresas (tambos, semilleros, producciones avícolas) y que no sea sólo producción primaria la que esté involucrada en la traza, para distribuir un poco mejor las cargas”.
Además explicó que se hicieron 1650 kilómetros de caminos rurales en todo el país en diez años. “Actualmente seguimos haciendo, pero si tenemos en cuenta que hay más de 400 mil kilómetros estamos muy lejos todavía, pero a partir de la toma de conciencia sabemos que hay que avanzar en esto por una cuestión de competitividad. Hay que recoger algo de todos los modelos y que cada municipio adopte el que más le convenga a los productores del área”.
Sturzenegger sumó pragmatismo al tema destacando dos cuestiones: los aspectos de selección de los caminos rurales, y los de financiamiento, sugiriendo que no debe decidirse con criterio de “angustia fiscal” por parte del Estado.
El especialista expresó que “el Estado usa criterio de beneficio-costo ‘fiscal’ y no beneficio-costo económico. Se cree que si se evita una inversión pública económicamente muy rentable pero que fiscalmente -en el primer año de vida- le puede significar un saldo negativo, es un proyecto que no hay que hacerlo. Esa es la enorme confusión”, indicó.
“No hay nada en la teoría económica que sugiera que la selección de proyectos de inversión deba hacerse por el balance fiscal que el proyecto origine; y menos aún el balance fiscal dentro del año en que se adopta la decisión”, describió Sturzenegger como uno de los puntos por los cuáles se han frenado o demorado muchas oportunidades.
“Los caminos rurales facilitan la exportación, consecuentemente el beneficio de ese camino tiene que tener un plus porque hoy las exportaciones son un ingrediente esencial en el funcionamiento razonablemente estable y positivo de la economía”, ubicó. También destacó que los caminos rurales tienen “costos domésticos, porque no requieren de importaciones”.
Laura aportó datos para incrementar el desafío e indicó que “el tema de los caminos rurales no debe ser tratado como algo aparte, porque es central para la economía y la sociedad”.
Puso a consideración un problema de escala comparando Argentina con Estados Unidos de Norteamérica, “considerado el país de mejor colectividad”, valor muy apreciado en el desarrollo pues depende de aeropuertos, autopistas, carreteras pavimentadas, redes fluviales y demás. Estados Unidos tiene 6 millones de kilómetros de caminos pavimentados. En escala, Argentina debiera tener 2 millones de caminos pavimentados para estar a la altura. “Tenemos 59 mil, o sea que nos queda por hacer el 97 por ciento todavía”, dijo.
Laura compartió una definición para mensurar el problema de la falta de caminos: “Desde el punto de vista económico el territorio es aquel al cual tenemos accesibilidad. Todo lo que no tenga acceso eficiente, fluido, seguro, es como si no perteneciera al territorio. Y nosotros tenemos accesibilidad a menos del cincuenta por ciento del territorio, y si nos ponemos exigentes en calidad de acceso posiblemente no lleguemos a un tercio”.
“Los caminos rurales son los vasos capilares de la producción”, dijo Laura, indicando que “el paso del estado de malestar al estado de bienestar depende de nosotros. Ningún país va a resolver los problemas de la Argentina, debemos hacerlo nosotros con política inteligente y una meta clara de trabajo productivo. Menos ñoquis y más gente trabajando por el interés del país”, dijo para terminar.
El Subsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de provincia de Buenos Aires Miguel Tezanos Pinto, cerró el panel elogiando la calidad de los disertantes y reforzando el anuncio de “recrear Vialidad Provincial” y comprometió que “abordarán el tema de los caminos rurales troncales de manera centralizada”.