Este bicho raro, no es ni más ni menos que un toro de la raza West Highland, originaria del norte de Escocia, “la más antigua de las razas británicas de la que se tiene data”, según explicó Victoria Balestra de la Cabaña Curutué de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires. Por su linaje, es la única carne vacuna que consume la Corona Británica, que hasta tiene su propia faena de animales de la raza.
“Son animales que se dan bien en climas fríos, lluviosos, incluso con nieve, se crían solos, en medio de la montaña, no hace falta estar controlándolos todo el tiempo, tienen una parición muy sencilla y no requiere tanto cuidado”, describió la cabañera.
Los propietarios de Curutué adquirieron la sangre West Highland a la cabaña La Biznaga hace más de una década. “Mi tío tenía mucha curiosidad por la raza y como tiene campos también en Esquel, decidió probar. Fue una raza que reaccionó bastante fácil, empezamos a criar con muy buenos resultados, así que hace diez años comenzamos a traerla a Palermo”, repasó Victoria.
“El animal, si está cómodo en su campo, engorda, crece y se reproduce, y si no, no, así de fácil. El West es más una raza para climas fríos, pero se adaptó muy bien y se sintió muy cómodo en 25 de Mayo. Los animales están a campo abierto, no tienen ningún tipo de cuidado, es un animal muy tranquilo que no le gusta que lo molesten, no necesita estar en contacto con las personas, se cría solo”, señaló.
En la cabaña Curutué tienen también rodeo general, por eso, por un lado, hacen cruzas con West para animales que irán a ambientes fríos o montañosos y, por otro, mantienen la línea de sangre pura y venden para carne. “Hay demanda y aceptación y se vende muy bien, igual que otras razas. La carne no tiene ninguna diferencia, tiene la misma grasa intramuscular y es una carne similar a la de las otras razas”, comentó.
También, la cabañera contó que “algunos los compran para tenerlos de mascotas, como si fueran perros, los tienen sueltos en los campos, porque les parecen vistosos”.
En Palermo, “Jueves” causó sensación: “Como es un animal un poco más chico, nos preguntan qué es. Nos dicen que parece el hijo de Alf. Me preguntan si les ponemos champú o crema de enjuague en el pelo. Llama mucho la atención, la gente se magnetiza al verlo. Y como tiene todo ese pelo espectacular parece simpático y buenito, pero no, no le gusta que lo estén tocando o molestando por eso no dejamos que las personas se acerquen”, aseguró la cabañera