El combo de la sequía y la caída económica registrada a partir de mayo en el país -que incluyó una brusca devaluación de la moneda y un aumento de las tasas de interés en los créditos- afectó de manera directa y profunda a las ventas de la maquinaria agrícola.
En el segundo trimestre del año las ventas en promedio cayeron un 27% interanual, siendo el rubro más afectado el de cosechadoras, con una retracción que trepó hasta el 52%, en lo que hace a las unidades comercializadas.
La situación también fue negativa para el resto de los segmentos como tractores, implementos y sembradoras, con bajas del 28%, 24% y 20% respectivamente.
Así lo estimó el Departamento de Información Económica de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), en base a datos del Indec.
La entidad cordobesa afirmó que parte de la caída del sector se explica por el buen desempeño que mostraron las ventas durante el 2017, lo que marca un alto nivel de comparación, sumado a causas externas que afectaron como la fuerte sequía vivida durante el verano, el salto del tipo de cambio, la suba de tasas de interés y "una mayor incertidumbre" en las decisiones de adquirir maquinaria por parte de productores y contratistas agrícolas. Tampoco se salvaron las unidades importadas, que evidenciaron aún mayores contracciones.
En el caso de las cosechadoras que llegaron desde el exterior, lo hicieron en un 65,8%, mientras que los tractores tuvieron una baja del 29%.
El informe de la entidad cordobesa explicó, específicamente, que la caída en el rubro cosechadoras y sembradoras se relacionó con la situación de los contratistas agrícolas, que "ajustaron tarifas por debajo de la inflación debido a los menores rendimientos y mayor competencia por la pérdida de área cosechable derivados de la sequía".
A eso agrega las subas en los costos del gasoil y en el valor de reposición de los equipos.
Para la BCCBA la contracción en dólares en dicho período llegó al 38%. En tanto, el Indec agrega en su informe del segmento de dicho período, que la venta total alcanzó una facturación de $ 7654,9 millones, lo que representó una disminución de 7,5% en relación con el mismo trimestre de 2017. Más allá de que en tractores e implementos se destacan niveles de facturación en alza, con subas del 9,1% y 0,4%, respectivamente, en cosechadoras y sembradoras dieron a la baja: 38,1% y 0,5%, respectivamente.
Vale recordar que el año pasado el sector tuvo récord de ventas con alrededor de u$s 2300 millones, número que el especialista del INTA Mario Bragachini estimó que podría recortarse hasta u$s 1500 millones este año, con algún arrastre también al primer cuatrimestre de 2019.
También se expresó en ese sentido Raúl Crucianelli, Presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de maquinaria Agrícola (Cafma): "Las cosas han empeorado desde mayo pasado a partir de la falta de créditos. Esto hizo que la merma en las ventas en el primer semestre llegue a un 30%, pero siguió en aumentó y a la fecha la caída llega al 50%", advirtió al diario BAE.
Como medida para paliar la crisis, Crucianelli contó que propuso subir al 60% la integración de piezas argentinas que deben tener los equipos fabricados en el país para ser considerados de producción nacional, tema que fue tratado en la Mesa de Competitividad de la Maquinaria Agrícola que presidió Macri en Córdoba. Indicó que el Gobierno "presentó un proyecto pero nosotros consideramos que los porcentajes son bajos".
Tomado el primer semestre, los datos también muestran tendencia negativa. En los seis primeros meses del año la facturación se elevó a $ 13.603,4 millones, lo que representó una disminución de 2,9% respecto al primer semestre de 2017. También el rubro más afectado fue el de las cosechadoras, que tuvieron un desplome del 18,6%, mientras que los implementos y las sembradoras cayeron un 4,4% y un 2,4% respectivamente.
Por el contrario, los tractores tuvieron un aumento del 12%.
