El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé en el trimestre comprendido entre septiembre y noviembre precipitaciones superiores a las normales sobre el Litoral, Formosa, Chaco, este de Salta, Santa Fe y norte y este de Buenos Aires. La mayor probabilidad se focaliza en Entre Ríos y el sur de Corrientes.
En tanto, en el sudoeste de Buenos Aires, La Pampa y Córdoba se prevén entre septiembre y noviembre de este año lluvias normales a superiores a las normales, mientras que en el NOA los modelos indican probabilidad de lluvias normales.
“Actualmente se observan condiciones de neutralidad sobre el Pacífico Ecuatorial Central dando lugar a una fase neutral del fenómeno El Niño Oscilación del Sur (ENOS)”, indica el último Pronóstico Climático Trimestral del SMN.
“Sin embargo, de acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en el trimestre septiembre-octubre-noviembre de 2018 se prevé la transición a una fase cálida con más del 60% de probabilidad de ocurrencia; esto indicaría el desarrollo de un evento El Niño durante el transcurso de la primavera”, añade.
Vale remarcar que el pronóstico climático, para definir a las categorías superior, inferior o normal, emplea terciles. Por ejemplo: un pronóstico de precipitación inferior a la normal implica que los valores pronosticados serían inferiores al límite inferior del rango normal en un período determinado.
El pronóstico no indica valores de la variable pronosticada ni su variabilidad a lo largo del trimestre. Si, por ejemplo, para una región determinada el pronóstico estacional prevé las mayores chances de precipitación en la categoría inferior, eso no es indicativo de que no puedan haber eventos de lluvia o inclusive que alguno de ellos puedan ser localmente intensos.
Se recomienda consultar tanto el pronóstico diario y la perspectiva semanal para informarse sobre los eventos meteorológicos de alto impacto que no pueden ser previstos en la escala estacional. Se debe tener en cuenta además que las previsiones climáticas se refieren a condiciones promedio en grandes extensiones geográficas durante un período y no contemplan detalles de los eventos de escala intra-estacional, como por ejemplo intensidad de sistemas frontales, olas de calor, bloqueos y otros condicionantes del “tiempo” que producen aumento o disminución de la precipitación y la temperatura (todos ellos de corta duración).