Si bien aún quedan algunos lotes remanentes en pie en el extremo sur del área agrícola nacional, los mismos no modificarán nuestra actual estimación de producción.
El volumen final recolectado se ubicó en 31 millones de toneladas, con un rinde medio nacional de 60,1 qq/Ha, muy por debajo de los promedios registrados durante las últimas campañas, producto del déficit hídrico relevado durante el período crítico del cereal.
Por otro lado, la superficie perdida durante el ciclo 2017/18 alcanzó las 230.000 hectáreas sobre la proyección de siembra de 5,4 MHa.
En paralelo, las labores de siembra de girasol continuaron avanzando sobre las regiones del norte del país.
En la última semana se implantaron cerca de 100.000 hectáreas, dando por finalizada la siembra en la región del NEA. A su vez, los lotes ya incorporados mantienen una buena condición mientras que transitan etapas vegetativas del ciclo fenológico.
En cuanto a la campaña fina 2018/19, la falta de precipitaciones sobre las regiones del norte del país provocó una disminución en la condición del cultivo de aquellos lotes de trigo que transitan etapas reproductivas. El 42,5 % de las 6.100.000 hectáreas implantadas con el cereal presentan un estado hídrico entre regular y sequía, y de no registrarse nuevas precipitaciones durante las próximas semanas, el potencial de rendimiento podría verse afectado. De todas maneras, el trigo sembrado en Santa Fe, Buenos Aires y La Pampa mantiene un buen estado, y las expectativas de rendimiento son superiores, aunque la mayor proporción de lotes todavía se encuentra diferenciando macollos.