La lechería argentina atraviesa una crisis crónica que ha derivado este año en un aumento de los cierres de tambos. Sin embargo, las estadísticas productivas son positivas: de acuerdo al tablero de comando sectorial que elabora la Dirección Nacional de Lechería todos los meses, agosto marcó un crecimiento del seis por ciento en relación a julio y del cuatro por ciento con respecto al mismo mes del año pasado.
Más precioLos tambos entregaron a la industria 948 millones de litros, la mayor cifra de 2018. De esta manera, los primeros ocho meses del año acumulan un alza del seis por ciento. El relevamiento oficial indica, además, que el precio pagado a los productores subió en promedio un cuatro por ciento respecto al mes pasado, ubicándose 32 por ciento por encima de agosto de 2017. Son 7,41 pesos abonados por la industria a nivel nacional; Córdoba tiene uno de los valores más bajos, con 7,31 pesos.
De todos modos, este aumento no logra compensar la suba de los costos productivos: hace un mes, los productores ya necesitaban ocho pesos, y eso fue antes de que el dólar se disparara hasta los 40 pesos.
El cálculo que hacen en la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec) es que necesitan 30 centavos de dólar por litro de leche para ser sustentables. Esto significa 12 pesos.
Lo bueno, en este contexto, es que la participación del productor sobre el precio final en góndola subió el último mes, de acuerdo al cálculo al respecto que elabora mensualmente el Ieral de Fundación Mediterránea.