La posición de la Dirección Nacional de trabajar a futuro, llamémosle largo plazo, se contrapone con la necesidad de trabajar en resolver los problemas que hoy padecen los productores.
Discutir si en la Argentina desaparecen 600 o 200 tambos no tiene significancia frente al grave problema de que hoy "desaparecen tambos" y no estamos haciendo nada para que no desaparezcan.
En la reunión pasada con el Presidente Macri hace más de un mes y medio, se concordó en trabajar en una comisión para conformar un mercado institucionalizado de leche, con diferenciación y estandarización del producto, y a partir de allí conformar un precio de referencia.
Nada se ha hecho.
Discutir si el precio del SIGLEA es de referencia o no, es una discusión que se torna estéril en virtud de que refleja el pasado, con una economía nacional que no encuentra la estabilidad necesaria.
No se ha trabajado en la integración de la cadena, ni en mejorar o atemperar los efectos de la crisis a sus actores.
Pareciera que la prioridad es confeccionar un tablero de monitoreo y control y lo que se busca es forzar su funcionamiento en una cadena que transita otra realidad.
Hoy la cadena de la leche, enfrenta un mercado interno contraído, una exportación errática, incertidumbre cambiaria, altas tasas de interés, conflicto de intereses, productores trabajando a pérdida, y desde el plano oficial "están armando un tablero de control".
Desde CRA lamentamos no poder seguir acompañando este accionar y solo volveremos a participar, sí y solo sí, la agenda condice con la realidad a solucionar.
Instamos a que la Secretaria de Agroindustria tenga, o un cambio de actitud o un cambio de funcionarios.