La compañía, integrante de Centro de la Industria Lechera (CIL), es la tercera láctea de escala mediana a grande que manifiesta problemas financieros en el último año.
La primera fue SanCor, que en abril de este año logró que la mayor parte del tamberos que recibieron cheques sin fondo de la cooperativa aceptasen ingresar a un Acuerdo Preventivo Extrajudicial para cobrar al menos una parte de la deuda (que aún no se instrumentó debido a la caída de facto del acuerdo firmado con Adecoagro S.A.)
El segundo caso fue la empresa bonaerense Lácteos Conosur S.A. (La Suipachense), que en enero pasado se declaró en concurso de acreedores cuando se vio imposibilitada de cubrir cheques rechazados.
Las grandes industrias lácteas dejaron de tener rentabilidad a partir del pasado mes de julio, mientras que, en el caso de las Pymes, crecieron las pérdidas que vienen registrando en el último año. Así lo indica un informe realizado por el Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos (Iapuco) en conjunto con el INTA.
El “valor de referencia de demanda” en julio de este año de grandes empresas lácteas (fundamentalmente las que integran el CIL) fue de 7,21 $/litro versus un “valor pizarra” promedio pagado al tambero de 7,24 $/litro durante ese mes.