Durante agosto, un total de 62 verdulerías se sumaron a la propuesta de la Municipalidad de Rosario que invita a los verduleros a destinar un sector de sus comercios, para ofrecer al público, mercadería madura o al límite de ser desechada como estrategia para reducir el desperdicio de alimentos y generar menor cantidad de residuos.
El proyecto forma parte de la campaña “Los alimentos no se tiran”, que existe desde 2015 y tiene como fin recuperar suministros que pueden ser consumidos y que, de otra forma, serían desechados. De esta manera, en tan sólo tres meses se logró adherir a un total de 165 verdulerías distribuidas en toda la ciudad.
La propuesta fue recibida con éxito, ya que cumple la doble función: que los comerciantes puedan reducir la pérdida de productos y recuperar al menos parte del valor, y a la vez, los vecinos obtengan frutas y verduras a precios un poco más accesibles.
“Esto es algo que los verduleros ya lo venían haciendo, pero desde el municipio le dimos una vuelta a través de la campaña y, de esta forma, ir identificando a las verdulerías como lugar comprometido. Son alimentos aptos para el consumo, pero que estéticamente no tienen el valor comercial”, explica Cecilia Álvarez, subsecretaria de Medio Ambiente de la municipalidad de Rosario, en diálogo con Mirador Provincial.
Asimismo, la funcionaria añade que de esta forma se reduce el impacto ambiental y se beneficia a los vecinos que consiguen alimentos a un 50 por ciento de su valor y, por otro lado, los verduleros obtienen ganancia sobre mercadería que antes tenía como fin ser desechada.
“Si bien surge como una campaña para reducir residuos, creo que le dimos otra vuelta de rosca en este contexto y situación, pensando en políticas públicas que acompañen en esta etapa de crisis económica. En ese sentido creo que cumple dos requisitos fundamentales: atender lo social y también lo ambiental”, argumenta Álvarez. Y refuerza su concepto: “Es poner una herramienta y que después funcione a través de la interacción entre las personas”.
Conformidad
Víctor Ferrari, dueño de la verdulería ubicada en Paraguay y Montevideo, explica que en invierno es cuando más se pueden encontrar verduras a bajo costo, y en verano, es el momento de las frutas, las cuales tienen una maduración más rápida, lo que genera que se pierda su valor de venta, tanto mayorista como minorista.
En su caso y el de muchos de sus colegas, la rebaja ya es algo habitual, pero “ahora está impulsado por el Estado”. Asimismo, agrega: “Yo, por ejemplo, tengo mercadería de muy buena calidad que, con el paso del tiempo, y si no se vende, va perdiendo su valor y después se vende a mitad de precio”.
En consonancia con su colega, Nicolás, dueño de la verdulería de Ricchieri y Urquiza expresa: “Implementar el outlet fue genial porque uno no se da cuenta todo lo que se desperdicia porque estamos acostumbrados a abrir la heladera y encontrar comida, pero hay gente que realmente no tiene y necesita”, reflexionó y aseguró que la comida que se entrega “si se lava un poquito o se corta el pedazo que está más maduro se puede comer tranquilamente”.
Frutas y verduras para comedores comunitarios
Otra de las aristas del programa es la recolección de frutas y verduras en el Mercado de Productores de Rosario, donde el gobierno municipal cuenta con un grupo estable que selecciona y cataloga la mercadería que es retirada posteriormente, una vez a la semana, y se destina a comedores comunitarios de los barrios de la ciudad.
Esta tarea se lleva adelante junto con el Banco de Alimentos Rosario (BAR), quien tiene bajo su responsabilidad la distribución de los alimentos y el padrón de comedores que reciben el beneficio. Desde 2016 cuando comenzó el programa, se recuperaron un total de 80 toneladas de frutas y verduras.
Desde el BAR, Pablo Avalle destaca el trabajo de la entidad y cuenta que las frutas y verduras son de importancia para la ingesta de quienes asisten a los 205 comedores con los que ellos colaboran. El voluntario recuerda sus inicios cuando iban dos veces por semana y hacían un trabajo artesanal puesto por puesto. En ese sentido, reconoce que desde que se lanzó el programa, el cual funciona como articulación entre el Estado, el Mercado y el BAR, lograron un nivel de organización mayor: el BAR pone la gestión y la distribución de los alimentos en los comedores; el Mercado el espacio físico para clasificación con más de 100 metros cuadrados disponibles y el municipio los recursos humanos, es por eso por lo que Avalle destaca al proyecto que denominaron “Recupebar”.
Según Avalle, se recuperan un promedio de cinco mil kilos de frutas y verduras por mes. “Todavía existe algo de desperdicio, pero estamos trabajando en la concientización de todos los puesteros”, reconoce el referente del BAR. Por otra parte indica que el Mercado tiene entre sus características propias, los ciclos de sobreoferta de determinados productos de los que suelen sobrar grandes cantidades que no logran colocarse. Todo ese remanente también se suma al programa de recuperación.
También en bares y restaurantes
“No son sobras, es otra comida”, es el lema que se utiliza para acompañar esta iniciativa impulsada por la Secretaría de Ambiente y Espacio Público municipal junto a la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Rosario (Aehgar). Apunta a que los consumidores sepan que es un derecho pedir y poder llevarse aquellos alimentos no consumidos en el lugar, y a generar conciencia en los locales para reducir así la cantidad de residuos generados.
En ese sentido, gastronómicos de los corredores Pellegrini, Pichincha y la Costanera, donde se realizó esta campaña, se sumaron con adhesivos identificatorios en la puerta y en las cartas de menú con la leyenda los alimentos no se tiran.
“Llevarse los alimentos que no se consumen en los locales gastronómicos es un derecho adquirido en la ciudad y es la primera ciudad del país que lo tiene como derecho asumido amparada en la ordenanza municipal aprobada en 2016 (Nº 9558)”, sostuvo Cecilia Álvarez.
De esta forma se reduce el impacto ambiental y se beneficia a los vecinos que consiguen alimentos a un 50 por ciento de su valor y, por otro lado, los verduleros obtienen ganancia sobre mercadería que antes tenía como fin ser desechada.
Contacto
Desde el área que coordina esta acción estimulan a los vecinos a realizar sus compras en verdulerías con la cartelería que identifica la campaña y a los comerciantes que deseen comunicarse o tener más información al respecto a que escriban a [email protected].