En un contexto nacional en el que las tarjetas rurales están desapareciendo, el presidente del BLP Alexis Iviglia le dijo a LA ARENA que la entidad financiera mixta en esta campaña mantiene similares condiciones de operatoria con su Tarjeta Caldén Agraria que a inicios de año. Confirmó todas las líneas de préstamos, descubiertos en cuenta corriente, plazos y asistencia a los remates de hacienda con iguales plazos de pago. Lo relevante es que su tasa de interés es 30% menor a la del mercado financiero y hasta noviembre asistió por $500 millones a 3.500 clientes.
Son épocas en que tanto los bancos como el mercado de capitales solo prestan en dólares o en granos por cosechar (canje de insumos), pues las altísimas tasas se han vuelto impagables. Sin embargo, el BLP con la ayuda del Ministerio de la Producción, mantiene los mismos parámetros.
Las “tarjetas agropecuarias”, que hasta la campaña pasada eran un instrumento clave de la mayoría de los bancos para financiar al sector agropecuario, han ingresado en una etapa de agonía a causa de las elevadas tasas de interés y la desaparición de convenios especiales con proveedores de insumos.
La mayoría de los bancos que sostenían al campo con tasas de interés preferenciales desaparecieron. Es más, el nuevo costo financiero total en pesos para usuarios de la tarjeta agropecuaria del Pro Campo del Banco de la Provincia de Buenos Aires, llega a una impagable tasa del 92,4% anual (en La Pampa está en el 64,7%).
Fuertes cambios
Los recientes cambios en la tasa de interés aplicables en este tipo de tarjetas de campo motivaron las quejas de miles de productores que ya habían formalizado distintas operaciones y les han cambiado las reglas. Un informe elaborado por la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario dio cuenta que “las tarjetas rurales deberán esperar para su reactivación a que se verifique una fuerte baja en las tasas de interés. Y eso dependerá de cómo evolucione la política monetaria, cambiaria y básicamente la fiscal en el próximo año y lo poco que resta de éste”.
Añadió el documento que “hasta hace dos meses atrás los chacareros podían acceder a créditos bancarios en dólares para capital de trabajo con tasas de interés del 6% al 7%, mientras que hoy los mismos se ubican entre 9 y 10% (aunque sólo para clientes con trayectoria destacada). En toda la zona núcleo, salvo el cuadrángulo noreste de La Pampa, se verifican solo préstamos en dólares con tasas de entre el 10% y 12% con cooperativas, acopios, corredores y proveedores de insumos.
El BLP resiste
En cambio, hasta ahora, y según lo confirmó su presidente, los productores pampeanos que necesitan fondos pueden seguir optando pagar en pesos a tasas razonables, a pesar de la volatilidad existente, cuando en cualquier otro lugar del país han optado en su mayoría por el canje para financiar la actual campaña.
Se observa menor preferencia por el financiamiento bancario en este ciclo y una fuerte presencia del financiamiento vía canje de insumos por granos a cosecha. En algunos casos se ha procedido a cargar al canje tasas de interés en dólares del 1% a 1,5% mensual. Otros convierten el valor de los insumos entregados a toneladas de soja a entregar a cosecha, aplicando directamente la cotización de la soja Matba/Rofex 2019.
Aquí en La Pampa sigue habiendo, gracias al BLP, tasas preferenciales en pesos con subsidio de tasas de interés por parte del Estado provincial. Si bien el objetivo es contribuir al desarrollo de la cadena productiva, financiando la incorporación de bienes, servicios y de la nueva tecnología, lo que nadie sabe es hasta cuándo, ya que la tasa de referencia del BCRA fue convalidada al 69% para las Leliq.
Queda por verse si en el primer trimestre de 2019 la adquisición de semillas, agroquímicos, fertilizantes, combustible, hacienda, productos veterinarios, maquinarias, camionetas, repuestos y accesorios de implementos agrícolas podrán seguir financiándose a tasas accesibles. La Pampa apunta a un campaña récord de 4,3 millones de toneladas de los cinco principales granos (maíz, soja, trigo, girasol y cebada)