Mientras le da las últimas puntadas al cierre de la operación para quedarse con Monsanto, Bayer mostró las cartas con las cuales está apostando a jugar fuerte en el negocio de la agricultura.
En una semana de altas expectativas, donde se esperaba algún anuncio sobre la conclusión del acuerdo con la multinacional estadounidense, en especial luego que Bayer aumentara a 127,5 dólares por acción la oferta por Monsanto, lo que elevaría el valor de compra a más de US$ 65.000 millones, Liam Condon, el presidente de la división cultivos de la firma alemana se escudó en una cuestión legal para no hablar del tema en una conferencia ante más de 200 periodistas del mundo, entre ellos la nacion. "No voy hablar sobre esta posible transacción", expresó. Condon, un irlandés nacido en Dublin que estudió marketing internacional y además de inglés y alemán también habla francés, japonés y mandarín (chino), reconoció, no obstante, que los cambios en la agricultura "son muy grandes para que una empresa sola los pueda manejar".
Lo que está ocurriendo en el mercado de agroquímicos es inédito. No hay una fusión o compra en particular sino tres megaoperaciones al mismo tiempo que representan el 63% del mercado total en agroquímicos. En rigor, además del avance de Bayer sobre Monsanto también se están concretando la adquisición de Syngenta por parte de la china ChemChina y la fusión Dow-Dupont. Todo este movimiento representa más de US$ 100.000 millones.
Innovación permanente
Marc Reichardt, director global de operaciones agrícolas del grupo alemán, vinculó el movimiento actual en el mercado con una estrategia de las empresas para ofrecer innovación permanente a los productores. "Tiene que ver con acceder a más recursos y a una tecnología que posiblemente no tengas o crear una masa crítica que permita ofrecer la innovación que quieres para el productor", expresó.
Bayer viene invirtiendo en investigación y desarrollo el 10% de su ganancia y allí está una de las cartas que la empresa está jugando fuerte en este negocio. De 974 millones de euros en 2014 pasó a invertir 1150 millones de euros este año.
Entre otros planes, la empresa invertirá 200 millones de euros para el desarrollo de un programa de agricultura digital con foco en que los productores puedan contar con recomendaciones personalizadas para su campo y tomar decisiones. Aquí está otra carta fuerte del grupo alemán. La propuesta de la empresa, que incluye el uso de herramientas digitales-satelitales, pronósticos climáticos, proyecciones de rendimiento y análisis de datos, apunta a un servicio para la identificación y manejo de eventos, ya sea factores de estrés que no son detectados a ojo pero están presentes en los cultivos, o ataques de enfermedades, malezas e insectos.
En una visita a una granja agrícola de Rommerskirchen, en el oeste de Alemania, se pudo ver una aplicación que permite, vía el celular, realizar un reconocimiento de malezas.
Este programa se llama Digital Farming y se espera que llegue en algún momento a la Argentina.
Esta iniciativa del grupo alemán apunta a la agricultura de precisión, cada vez más importante en todo el mundo. Se estima que el mercado global de equipos de agricultura de precisión moverá 3000 millones de euros en 2016 y saltaría a 4500 millones de euros para 2020.
Solo en drones, las compañías del rubro captaron en 2015 fondos de inversión por unos 328 millones de dólares, un 237% más respecto de 2014.