En agosto del año pasado, en el este de China se registró un brote de peste porcina africana, la primera aparición del virus en ese país. Las autoridades documentaron 615 casos solamente en la ciudad de Lianyungang, provincia de Jiangsu, de los cuales 88 llevaron a la muerte de otros tantos cerdos.
A pesar de las medidas adoptadas para controlar la epidemia, la contagiosa enfermedad viral se propagó y ocho meses más tarde alcanzó un nivel nacional y traspasó las fronteras hasta Mongolia, Vietnam y Camboya, sacudiendo los mercados a nivel mundial.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. advirtió en su informe de abril sobre la reducción en un 4 % de la producción mundial de carne de cerdo por causa del virus, y estimó que China, el mayor productor y tercer mayor consumidor per cápita, perdería unos 78 millones de puercos para finales de este año –año del cerdo, según el horóscopo chino–, lo que equivale a 18 % del total de 428 millones de los que disponía en enero.
Subida de precios
En comparación con la producción del año pasado, este año China tiene 133.862 millones de cerdos menos. Las pérdidas del país asiático superan la cantidad total de ejemplares presentes en las granjas estadounidenses, que suman 74,3 millones. Arlan Suderman, economista principal de INTL FCStone, calificó la situación como "sin precedentes" y comentó a Bloomberg que "esto repercutirá en los precios de los alimentos por todo el mundo".
El analista Angus Gidley-Baird, del banco holandés Rabobank, en Sídney, señaló al citado medio que la situación en China "moverá los mercados y probablemente influirá en las situaciones geopolíticas". "Es lo más grave que afecta al mercado de proteína animal este año, y probablemente tendrá un efecto duradero durante unos años", comentó.
Reconfiguración en los mercados
Con el incremento de la demanda en China, se prevé que las importaciones de carne de cerdo del país asiático crecerán en un 41 %, debido a la reducción de 10 % en su propia producción por la peste porcina. Mientras que los mercados globales no son capaces de suministrar a China la cantidad que necesitaría para equilibrar esa caída, los que más se beneficiarán de la situación son sus principales proveedores: la Unión Europea, Canadá y Brasil.
En 2018, la UE suministró 63 % de las importaciones porcinas de China; Brasil, un 13 %, y Canadá, 14 %. Se prevé que este año en la región asiática aumente la competición por el cerdo procedente de Europa, ya que China tendrá que hacer frente en ese ámbito a sus vecinos, como Japón y Corea del Sur.
- La peste porcina no representa una amenaza directa para los seres humanos, pero sus formas más virulentas son letales para los animales infectados, ya que todavía no existe una vacuna eficaz