Entre los principales cambios que revela el último informe, se destaca la caída en el nivel de producción de cerdo en China a partir de la ya conocida Fiebre Porcina Africana, que golpea a la toda región desde hace ya 8 meses y que ha generado severas pérdidas en su producción doméstica.
A partir de la caída en la producción del gigante asiático –actualmente estimada en torno al 10%-, sumado al incremento de demanda proyectada para ese país, el informe revela expectativas de crecimiento cercanas al 8% en las exportaciones mundiales de carne porcina. Dentro del comercio mundial, China se mantiene como principal demandante de este tipo de carnes, previendo un incremento en el nivel de importaciones del 41% respecto al año anterior, 17 puntos más que lo proyectado en el informe del mes de octubre.
Sin embargo, este fenómeno no sólo repercute en la demanda de carne de cerdo, sino que dada su magnitud, derrama hacia otras fuentes proteicas. Así, el comercio mundial de carnes, tanto vacuna como aviar, se proyecta que registrará un crecimiento del orden del 3% anual, principalmente a causa de esta situación.
Según el organismo, se espera que China aumente el nivel de importación de carne vacuna en un 14.5% con respecto al año anterior, alcanzando las 1.680 mil toneladas. Este es uno de los puntos donde el USDA ha debido realizar su mayor corrección en relación a su informe previo, tras haber proyectado una caída del 10% en su necesidad de importación.
En este sentido, Argentina tiene una gran oportunidad de expansión. En el último informe, las proyecciones del USDA muestran un crecimiento en las exportaciones totales de carne vacuna argentina para 2019 del 14% (580 mil toneladas), dentro de las cuales China se consolida como el principal destino llevando cerca del 70% del volumen total.
Tal como se señalaba la semana pasada, esta devastadora enfermedad no da señales de poder ser superada en el corto plazo. Por el contrario, ya está poniendo en vilo a gran parte de Europa Oriental, reavivando el fantasma de una posible globalizacion. Es por este motivo que las proyecciones actuales rápidamente pueden llegar a perder vigencia.
Lo que sí queda claro de cara al futuro es que el impacto que dejará este evento podría llegar a ocasionar cambios radicales en la estructura de comercialización de carnes en general.