Los equinos representan un animal emblemático en nuestro país. Para hablar de la situación en la que se encuentra el desarrollo de tecnologías, Palabra de Campo -por Radio 10- sumó a un equipo de especialistas.
El Ingeniero Zootecnista Sergio Paz destacó que puede ser este un punto de inflexión, porque Argentina tradicionalmente produjo caballos de altísima calidad, pero la historia ha evolucionado y el animal ya no es ese por el que mundo se movía, los ejércitos ganaban batallas o la gente se trasladaba. Hoy, la mayor parte de las actividades tienen que ver con el equino atleta o deportivo en diversas razas y tópicos.
“Estamos en un momento en que conviven un sistema tradicional de producción con niveles de eficiencia que están a la altura de cualquier otro país del mundo”, asegura, y marca que “el punto de inflexión es que la tradición sigue arraigada ponderando los esfuerzos de criadores, mientras que en otros ámbitos se logra la incorporación de tecnologías que se destacan a nivel mundial”.
A su turno, el especialista en biotecnologías reproductivas en equinos Gabriel Vichera, advierte que Argentina es número uno en este rubro, y es un punto para aprovechar. “La depresión económica de los últimos años en la producción equina se ve en la diaria, incluso por la suspensión de algunos remates en el ámbito del polo”, admite.
Sin embargo, eso empieza a recuperarse y la biotecnología es uno de los puntos a optimizar para sacar ventaja de la crisis, porque “el país tiene un sistema de cría no convencional y empezó a utilizar otras técnicas que generan muchos beneficios, como la clonación, el sexado, los marcadores moleculares, y haber hecho -por ejemplo- los primeros embriones genéticamente editados del mundo, el año pasado”.
Agustín Almansa, por su parte, es médico veterinario con especializaciones en el exterior que le permitieron ver cómo funcionan estos sistemas en el mundo. Así, explica que Argentina ha sido siempre muy catalogada y preparada en la producción equina, con técnicas y tecnologías totalmente de avanzada.
Como ejemplo, cuenta que -hace entre 20 y 30 años, en Australia- con el boom de la transferencia embrionaria, se sabía que lo que el mundo hacía era casi una operación quirúrgica. Argentina, en cambio, por una necesidad de practicidad vinculada a no poder afrontar altos costos, se volvió el primer país en hacer transferencias de embriones a través de la vagina. “El resto del mundo al principio lo cuestionaba, pero pasaron los años y nuestro país ha sido siempre un exponente de la transferencia embrionaria”, concluyó.