En el marco de las acciones interinstitucionales que realiza el Estado para el control del caracol gigante africano (Lissachatina fulica), se hallaron hasta el momento 420 caracoles y huevos de 4 nidos, en viviendas familiares de la manzana 6 del barrio Yapepú en la ciudad de Corrientes.
Los ejemplares fueron recolectados en el marco de actividades de monitoreo y control realizadas los días 20 y 22 de mayo pasados, por personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), de la Dirección de Zoonosis Municipal y del Ministerio de Producción de la provincia.
Estas tareas continuarán los próximos días cuando cesen las precipitaciones y se sumarán actividades de limpieza de terrenos y descacharrizado a cargo de personal de la Municipalidad de Corrientes.
Además, se enviaron 13 ejemplares vivos de esta especie al Centro Nacional de Parasitología y Enfermedades Tropicales (CENPETROP), para su análisis con el fin de determinar si poseen los parásitos nematodes del género Angyostronglylus cantonensis y A. costaricensis, causantes de daños a la salud humana.
A fin de disminuir los niveles poblacionales del caracol gigante africano, salvaguardar la sanidad vegetaly resguardar la salud pública, los demás caracoles exóticos fueron eliminados.
Debido a que este caracol puede afectar la salud de las personas al transmitir parásitos, y también convertirse en importantes plagas agrícolas y afectar el medio ambiente, el Senasa recomienda no tocarlos directamente con las manos ni comerlos y comunicarse telefónicamente a su Oficina en Corrientes Capital (0379) 430028/ 421197 o a la Dirección de Zoonosis de la Municipalidad, (0379) 44-74756.
El caracol gigante africano es considerado como uno de los caracoles terrestres más perjudiciales en el mundo porque presenta un gran potencial de dispersión debido a su alta plasticidad ante variables ambientales, una dieta polífaga, elevada tasa reproductiva y ausencia de enemigos naturales que lo controle.
Es importante conocer que también existen caracoles terrestres nativos que no deben ser eliminados porque no representan un problema a la salud, a la agricultura y al medio ambiente. Por este motivo, durante la recolección se debe tener la precaución de no eliminar caracoles nativos.