Por qué salvar la lechería, la problemática del sector y algunas soluciones. Son los ejes de un estudio que presenta FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) en la Comisión de Agricultura del Senado éste martes 20 de septiembre a las 15:30 hs.
Según el informe “Propuestas para el sector lechero”, parte de la complejidad del sector lechero tiene que ver con la característica de mercado imperfecto que desarrolló la cadena láctea en nuestro país. (*ver infografía Cadena láctea argentina)
Esto refiere a la alta concentración que se da tanto en el tambo como en la industria.
Según el economista de FADA, David Miazzo, “desde 1995 hasta 2015 hay 19.041 tambos menos, es decir que es como si perdiéramos 952 tambos por año, casi mil desaparecen al año”.
En relación a los litros producidos por cantidad de tambos, surge la paradoja inherente al mercado lácteo argentino. Ya que según las cifras, a menor cantidad de tambos, se ha producido más leche. Hoy se producen más de 5 mil millones de litros más que en 1995 con 19.041 tambos menos que en ese momento. “Es decir, que hay que lograr mayor eficiencia para que nuestros tambos dejen de desaparecer. Para ello hay una serie de medidas que necesita este sector para mejorar su funcionamiento”, apunta Miazzo.
En la industria, la concentración también es llamativa, de mil empresas lácteas, sólo 4 concentran el 40% del procesamiento de leche. Además también presenta un problema de eficiencia como en el área tambera, ya que hoy, un operario produce mil litros de leche al día, cuando el promedio ideal es de 2500 a 3000 litros por empleado.
Según Nicolle Pissani Claro, investigadora de FADA, también se suman otros puntos que participan en la problemática de la cadena láctea como la característica natural de que se trata de un producto perecedero, por lo que hay que enviarlo a la industria sin importar las condiciones. También la volatilidad de los precios es otro problema, ya que cuando suben los precios en el mercado internacional, esto no se traduce en una mejor paga en el mercado interno.
También en este punto otro dato a prestar atención es que sólo el 25% de la producción de leche tiene como destino la exportación.
Otro ítem de problemas cruciales es el que alude a que es un mercado no institucionalizado y poco transparente. En la relación tambo-industria casi no existen los contratos y tampoco precios pizarra o de referencia en tiempo real. La mesa de productores lecheros de FADA declaró que es muy alto el perjuicio que les genera el hecho de que no se establezcan las fechas y montos a pagar en el momento lógico, “tenemos que entregar la leche sin saber ni cuándo ni cuánto nos van a pagar”.
Propuestas para salvar al sector lácteo (*Ver infografía Propuestas para sector lechero)
El estudio de FADA propone algunas soluciones para las problemáticas que arrastra la cadena láctea argentina. Ellas son:
Precios de referencia: Según Miazzo se proponen dos sistemas simultáneos: por un lado, generar un “precio teórico” de la leche de las industrias en base a datos de precios de exportación, de góndola y estructuras de costos.
Por otro lado, se propone publicar un precio de referencia o “pizarra” en base al mercado de la leche cruda. Este precio deberá estar diferenciado por zonas de producción (cuencas), estándares y condiciones de entrega y pago, y la publicación debe ser en tiempo real y de libre acceso.
Contratos: se propone que la compra-venta de leche cruda se realice con contratos que garanticen el cumplimiento de las voluntades de las partes. Esto le dará transparencia, previsibilidad, e institucionalidad al mercado. Para operar con contrato se necesita una estandarización de la leche para lo que se propone utilizar la reciente publicación del Ministerio de Agroindustria de los parámetros de referencia para la producción de leche.
Fondo anticíclico: Funcionaría como “el chanchito para el tambero”, continúa Miazzo. “Se aporta en épocas de precios altos y los productores lecheros reciben en época de precios bajos”. El aporte se realizaría en función de los vaivenes del precio internacional, el cual se basa en el precio de la leche en polvo y el tambero haría uso en época de crisis. Tiene el fin de aliviar al productor en momentos de rentabilidad negativa, evitar el cierre de tambos y asegurar el suministro de materia prima a las industrias.
Mercados Internacionales: Un tema central aquí son las exportaciones. Al igual que gran parte de las cadenas agroalimentarias argentinas, no puede pensarse un proceso de crecimiento de la lechería si no es a través del mercado externo. Para ello son centrales dos acciones: Desarrollar mercados internacionales con una agresiva estrategia comercial y sanitaria para ampliar los mercados internacionales para toda la gama de productos lácteos.
Mejorar la competitividad del sector, trabajando desde programas de mejora e inversión en tambos, caminos rurales transitables e inversiones e incremento de la productividad en las industrias lácteas.
Como cierre, volvemos al inicio ¿Por qué salvar la lechería? Actualmente nuestra cadena láctea argentina genera más de 238 mil puestos de trabajo y la producción lechera equivale a una taza de leche diaria a 120 millones de niños. Dos números que simbolizan la cruzada al “rescate de la leche”. Con su informe FADA acercará su aporte propositivo al Senado.