Dardo Lizarraga es, desde hace menos de un mes, el nuevo gerente general de AGM en Argentina. A su paso por Palabra de Campo -por Radio 10-, se mostró contento y entusiasmado por todo lo que viene en materia de cambios y reconversión.
La firma tiene más de 20 años en el mercado de la producción y comercialización de agroquímicos, con un amplio portfolio para la protección de los cultivos. Hoy, está pasando un momento de transición, explica, ya que hace poco más de un año fue adquirida por DVA, una multinacional con presencia en más de 50 países y con una fortaleza importante en el trading o comercialización de ingredientes activos.
Por eso, en Argentina arranca una nueva etapa de posicionamiento de la marca y de nuevos productos, asegura. Así, elige definir a AGM como una startup en un mercado maduro, pero con muchísima experiencia, respaldo, inversión en investigaciones y desarrollo, algo que se verá en los próximos años.
En la campaña que viene, dijo, se hará la transición de marca, pasando de ser AGM a DVA, trabajando tanto puertas adentro como puertas afuera. Para adentro, buscarán integrar una compañía nacional de índole familiar a una corporación, y para afuera trabajando de forma diferenciada con el canal de distribución, con los clientes directos, los industriales, etc.
En el mercado argentino, ven que en los últimos años se están batiendo récords de producción, con potencial para crecer aún más en los próximos años. “Creo que el Gobierno o la administración de turno podrá acelerar o retrasar un poco ese crecimiento, que podrá pasar de ser en tres a en 10 años, pero no podrá frenarse”, dice.
Es sobre ese crecimiento, explica, donde la compañía decide hacer las inversiones en Argentina. En la mirada del corto plazo van analizando el contexto, porque saben que no es fácil conseguir financiación y eso los lleva a ser creativos, pero mirando unos 3 a 5 años por delante, tienen fuerte convicción de estar presentes en un crecimiento que “vendrá firme”.